sábado, 25 de septiembre de 2010

BRINDO POR MI PATRIA Y MI BANDERA!!




















¡¡BRINDO POR LA FAMILIA!!


El Bicentenario, 200 años de gobierno de nuestra propia Patria, da como para celebrar en grande. Así, con esta premisa en mente nos dirigimos a nuestra tierra de Lontué. Las banderas ondeaban en todas las casas, en todos los vehículos, la sonrisa afloraba en los rostros de toda gente a mi paso, la música tradicional se escuchaba hasta en el horizonte, al límite de la cordillera. El olor a humo delataba las parrillas repletas de carnes asadas. El sol, por allá arriba nos miraba encantado como rendíamos homenaje en desfiles de a caballos a la usanza campesina, huasa por naturaleza. La gente demostraba su alegría repletando las ramadas cercanas y bebiendo lo mejor de nuestros líquidos, chicha, pipeño, tinto y del otro. En casa nueva, mi sobrino y las empanadas hicieron ronda en un horno de barro que debutaba en estas lides. Le encachamos unos tubos para que respirara y lo fuimos llenando de un calor familiar. Mis hijos, mi señora y mi compadre. Su señora, sus hijos y los pegotes se tomaron hasta el agua potable. Mis sobrinos afables, preguntaban por la salud en cada abrazo de gigante e inmensamente confortable. Parecíamos unicornios con el peso del hachazo fiestero. Los vehículos quedaron secos de tanto carretearse entre las ramadas y los asados de mi compadre. Para arrancar de las comidas y las bebidas, nos fuimos a la cordillera con asado y cazuela, y un tintito para evitar la oxidación y las cañas de pescar, como amerita la ocasión.
En cinco días, dormimos como cuatro horas. Estábamos ocupados brindando por la patria.

¡brindo dijo un curao                                             ¡brindo por la casa nueva
por la patria y la bandera,                                       el horno de barro y el limonero.
desde el mar a la frontera                                       ¡brindo por que quiero y estoy contento.
y desde el cielo a la tierra.                                       brindo con todo el sentimiento                                    

¡Brindo por quererte y ser querido                          brindo por el camino viejo
por mi señora, mis hijos y mis parientes                 por Lontué mi pueblo añejo
brindo con agua ardiente                                         por su gente amable
hasta quemarme el guargüero                                 ¡brindo por el colchón inflable
¡brindo por mi compadre                                        ¡brindo solo conch...... re!
el buen parrillero.                                                   
 


Hicimos cola en el baño para salir de nuevo y mi señora se condoreo el colchón inflable. Hasta el sofá se sumó a los festejos. Las cuecas de Curicó se zapateron entre tanta tierra que hasta perdí de vista a la vieja chica que era mi pareja. La Isla y su ramada se llenó de gente buena y una hermosa joven no dejó de comentar lo que era sus atención;” la gente baila bien, pero el cantante es como las hue, en esta ocasión” En Sagrada Familia me robaron una rueda. Dato aparte; si ven un caballo con tapa subaru, es mía. Un curao les dijo a nuestras señoras bien emperifolladas, en desden por no salir a bailar; “shii, se hacen de rogar... y he bailao con mejores minas”. Pero estaba curao.
Durante el Bicentenario, salieron como siete asados, como cien empanadas, dos cazuelas, tres baldes de peure, un pernil, dos costillares, no se cuantas bebidas, no se cuantas cervezas y como tres kilos de aspirina, dos tazas de té y medio pan con mantequilla. Ah! Eso si, entre todos. Una fiesta inolvidable. Gracias por invitarnos
Brindamos por todos los que nos acordamos, por los presentes y también por los ausentes. Brindamos por un pueblo feliz, por la casa nueva y la amistad. Como reza la canción: quiero brindar por la gente sencilla, por el amor, brindo por la familia”.