domingo, 22 de diciembre de 2019

CUIDADO CON LO QUE VIENE



TODO SE RELACIONA

  

Resultado de imagen para la tesis socialLo que otorga a una sociedad una identidad, aquello que la hace ser como es y determina su rumbo, no es simplemente la suma de lo que posee o lo que existe en su seno, si no aquello que considera importante.
Una mirada aplicada nos dará la posibilidad de reconocer aquello verdaderamente importante y nos esforzaremos en desarrollar esa parte de la economía, pero debemos tener en cuenta que es imposible comprender la transformación de las funciones y el propósito de la economía si la abordamos como un mecanismo aislado. Si aspiramos a comprender su funcionamiento, debemos abordar este sistema como una fuerza que opera en estrecha relación con el conjunto de la civilización.
El valor de la vida humana que hasta ahora había sido el núcleo de nuestra moral, ha caído en el olvido. Los grandes ideales del saber y de la educación en las naciones industriales son totalmente inútiles en los continentes que padecen hambre. No satisfacen las necesidades de sus sociedades. De todos los errores de los países, el más pernicioso es la educación errada de su juventud. Cuanto más alimentan las industrias y los gobiernos las esperanzas de las masas miserables con promesas de una vida mejor, hecha a través de la T.V., la radio y el cine, más rápidamente cundirán el odio, la envidia y el descontento. Por lo que un pueblo hambriento y con una pésima instrucción educacional, no escucha razones ni le importa la justicia. El peligro de morir de hambre, alza al hombre contra el hombre y al ciudadano contra el gobierno y lleva a las luchas civiles y a la inquietud política.


Resultado de imagen para decadencia socialLa miseria de la mayoría rural, aunada al desempleo en las ciudades, que está alcanzando proporciones explosivas amenaza, destruir la mayor parte de los efectos del desarrollo económico. Esta masa humana, en esta gente de ciudades de casuchas en el centro del proletariado, encontrará en la rebelión su vanguardia urbana. Pues el proletariado apiñado, esa horda de hombres famélicos, desgajados de su clan, constituyen una de las fuerzas más espantosas y más radicalmente revolucionaria de un pueblo colonizado. Si una sociedad libre no puede ayudar a los muchos que son pobres, no podrá salvar a los pocos que son ricos.

La contaminación de los elementos vitales del mundo y el embrutecimiento de nuestra sociedad derivan de la misma causa. La sobre población. El apiñamiento de la gente la vuelve mala y violenta, su moral mengua y su arte produce monstruosidades detestables. Mata la belleza y produce fealdad. 




Resultado de imagen para VULGARIDAD SOCIALLa vulgarización del gusto y el depresivo espectáculo de los grandes conjuntos de edificios de departamentos son parte de la plaga. La democracia y la propiedad privada tendrán pocas probabilidades de sobrevivir. La intimidad ya es un lujo que ni siquiera los ricos pueden tener. La explosión demográfica cubre todo cuanto hace que la vida valga la pena dejando únicamente los actos maquinales del nacer, trabajar, copular y morir. Los jóvenes rebeldes perderán todo interés por cualquier cosa que no esté a su disposición inmediata. Ciertamente, el mundo va al tras pie hacia el futuro, tácitamente, el individuo se devalúa.


Resultado de imagen para decadencia socialLos gobiernos reconocen las minorías y las desprecia, por ello se convierten en grupos vulnerables y peligrosos, porque leen en los demás sus mismas prorrogas y, estos grupos minoritarios se transforman, empiezan a converger en una sensación de malestar en base al desarrollo del país en dos aristas bien definidas; el progreso económico y el progreso tecnológico y se nos dio a entender que eso, era civilizado. El tema, es que ahora, todos entendemos que civilizado, implica tener desarrollo humano. Y no lo vemos. Tampoco lo tenemos.
Esta sociedad enmarcada en un sistema económico y una agenda social desvinculada de las personas, nos muestra el derrumbe moral público y privado. En tres siglos de progreso los pueblos de este lado occidental, han logrado cuatro principios más claros que las grandes ollas hidrográficas que poseemos: ser egoísta. Matar a los otros. Tener poca integridad. Sentir muy poca vergüenza.