IDEAS HANNA HARENT
María Eugenia Córdova Flores _ Luis Muñoz Contreras
Es llamativo leer el pensamiento de unas pocas personas que crean corrientes de opinión y discusión, con el simple propósito de cambiar el pensamiento de los demás, para construir acciones que contribuyan a mejorar las decisiones de la masa plural de individuos que componen la sociedad.
Nuestro mundo está habitado por individuos plurales. Es decir, pensamos y actuamos distintos. Manejamos distintos propósitos. Nos diferenciamos en roles, sexo, color de piel, idiomas, lenguaje, gustos, labores y sabores. Nos diferenciamos en tipos de gobiernos, que pretenden comprender el mundo que nos rodea con toda su barbarie, con toda su grandeza. Esta politización de la vida: las variantes de los feminismos contemporáneos, donde se expresa la imposibilidad de separar público y privado, a la vez que se propone hacer visible las relaciones de poder que atraviesan las cuestiones privadas, mi cuerpo es un campo de batalla. (alusivo a cuerpos prestados de Ena Anglein von Baer Jahn) Así, la identidad personal se transforma en el lugar de resistencia frente a la discriminación.
Estos males se evidenciaron con mayor fuerza en las sociedades con gobiernos totalitarios. Donde la máxima totalitaria de "todo es posible", ya está aceptada por esta sociedad. Lo que se convierte en un mal extremo, en términos generales la sociedad acepta las soluciones violentas como "soluciones" al totalitarismo. Hoy día, hay tendencias presentes en las sociedades de masas contemporáneas que pueden facilitar la aparición de ese mal absoluto; de esa tentación de hacer individuos seres superfluos. El conformismo, la complicidad frente a la violencia, la indiferencia hacia lo público o el imparable desarraigo de grandes masas de población. Surgirán desde allí donde aparezca imposible aliviar la miseria política, social o económica. (mal radical). La política no ha dado las soluciones correctas a las demandas de las masas. La política totalitaria dio lugar al fenómeno social de, el dominio de lo económico por sobre lo político, la gestión sobre la acción o el estrechamiento de lo público que dificultan nuestra comprensión de la política, su contenido es la acción conjunta de los ciudadanos. De allí, los movimientos de las masa para hacer demandas colectivas pensando en la felicidad de los demás. Se plantea que la felicidad-libertad, dependen de lo público. Nadie puede ser feliz o libre si no participa o no tiene parte en el poder público. La única forma de convertirnos en ciudadanos, es siendo parte de algo, uno se hace y supone un esfuerzo deliberado y una intervención activa. El sentido de la política es la libertad. Simple y contundente.
Pero la decadencia del estado-nación, entre capital y populacho, entre racismo e imperialismo, transformó a los hombres, les borró su individualidad y ahora son ¿parias? apartados del mundo común compartido. despojados de los vínculos sociales y políticos de la comunidad. Advenedizos, es decir hombres en la calle, gritando sus demandas, las que el mundo político no escucha y como consecuencia nace el mal radical. Mal radical y mal banal; son formas de denominar a la violencia extrema que suele comenzar con motivaciones ideológicas. Cuando la violencia es cotidiana y rutinaria, entonces no son necesarios los motivos, lo importante es continuar con la tarea encomendada. ver mamo Contreras.- El terror totalitario no termina una vez que se ha alcanzado el poder. Se caracteriza por estar dentro de la ley.(secretismo de sus actos, especialización de funciones, rigurosa selección de sus miembros). La mayoría de los gobiernos totalitarios crearon la Bio política, término que se manifiesta por el control de la vida por parte del poder. Es la técnica que tiene como objeto a las poblaciones humanas, grupos de seres vivos rígidos por procesos y leyes biológicas (regulaciones sobre hábitos saludables, políticas natalistas o reglamentaciones sobre sexualidad). Junto a otras corrientes,(nuda vida: home sacar- animal laborans); vendrían a representar procesos de deshumanizador y de despojamiento de la individualidad presentes en la modernidad. Hay quienes, no supieron afrontar el problema de la creciente presencia de desplazados y, el peligro que representa para el funcionamiento de las instituciones; donde a partir de un problema político se pasó a un problema policial. La individualidad del mundo común ha eliminado nuestro marco de comprensión y entendimiento acerca de la dignidad de la política. Vital es comprender el fenómeno político radical nuevo. Hemos instalado la violencia extrema. Aquella que soluciona lo demás. Esta violencia no se presenta en acciones de destrucción de los bienes sociales solamente, a su vez, está presente en las grandes masas inmigrantes sin puestos laborales, también en las políticas generales de consumo, en la creatividad y producción. Toda una responsabilidad frente al estado-nación. Se necesita alienar al ser humano para cumplir la función encomendada, producir, consumir. La única vía de escapar de nuestras responsabilidades, sería no pertenecer a comunidad alguna. ser aislado o en su extremo, apátrida, refugiado. (carente de reconocimiento social, político y legal). Conocemos comunidades apátridas en Europa, América o en casi todas las regiones del globo terrestre, ellos perdieron lo conocido hasta entonces; lazos sociales y familiares. De esta manera el totalitarismo, la función del estado es provocar; 1° muerte de la persona. 2° muerte de la persona moral. 3° muerte de la singularidad, la individualidad. En tanto, el sujeto desde su soledad, y sin que se requiera la presencia de los demás, existe. El sujeto ya no se manifiesta ahora en la acción, si no en la contemplación. Ya no es necesario el mundo común de los hombres, si no la estructura de sus mentes. El mundo ya no es necesario, tampoco los otros. Aquellas filosofías y personajes, pasan a la historia con su premisas sociales; Platón es sinónimo de la filosofía de la contemplación. A su vez, Marx, la del trabajo.
Como corolario de malas políticas gubernamentales, se instaló el aislamiento, como la enfermedad de nuestro tiempo. ¿Tiene pues, algún sentido la política todavía? Surgen grandes preguntas ante los movimientos políticos y sus esfuerzos por controlar las masas o hacer de sus gobiernos la perpetuidad con promesas de una calidad de vida por construir. La pregunta actual surge de las experiencias muy reales, de la desgracia que la política a ocasionado en nuestro siglo, y todavía una desgracia mayor amenaza ocasionar, por tanto la pregunta suena más radical, más agresiva y mucho más desesperada sería; ¿tiene, pues la política todavía algún sentido?
El restablecimiento de la disposición a reflexionar. El ejercicio a la capacidad de juicio. Pensar a partir de las experiencias, apartándose de las reflexiones de lo intangible, nos aclarará las decisiones, nuestro juicio. La verdad es resultado de un proceso del pensamiento. Ante propuestas antagónicas, nuestro juicio debe y tiene que poder encontrar un punto de encuentro, de equilibrio, sin desmerecer las propuestas en carpeta. A veces, por elegir o determinar situaciones, optamos por el mal menor; nos olvidamos que estamos escogiendo el mal, como único horizonte posible. O tal vez queremos disminuir nuestra responsabilidad, aduciendo lo tan común en la apatía. Yo no soy nadie para juzgar: Todos somos capaces de juzgar, esta carencia, esta facultad, su ejercicio, es lo que hace posible la diseminación del mal y la tolerancia frente a ello. Ante las desgracias de los políticos, y los juicios poco valóricos de los gobernantes, debemos cumplir por sobre todo con nuestra responsabilidad vicaria: acción que no hemos cometido, que se hizo en nuestro nombre y de la que somos responsables por pertenecer a una comunidad determinada.
-
ESTAR POLÍTICAMENTE EN EL MUNDO
