LA TRANSPARENCIA DE LAS PALABRAS
La comunicación es el ejercicio natural de los seres humanos y, en la cual la(s) persona(s) emiten un mensaje cuyos códigos son conocidos por los demás o en el caso de la comunicación individual, por el otro, el que escucha y del que se espera una respuesta coherente. Esta herramienta llamada lenguaje y que tiene muchas variaciones, se ha ido desarrollando a través del tiempo para el deleite de los que escuchan y para maravillarse en los que las gesticulan o las interpretan con su cuerpo. Todos los seres vivos poseen esta cualidad de comunicarse entre ellos; así las aves con sus bellos trinos, los delfines con su enigmáticos sonidos y nosotros... con las palabras escritas u orales.
Son tan necesarias las palabras, los escritos o los gestos, que allí radica la belleza del ser humano. Y bastan pocas palabras claras para dar un mensaje inequívoco.
Un turista comentaba el hecho sucedido en la Capilla Sixtina; en el cual una dama, también turista, discutía airosamente por que los guardias de la Capilla Sixtina la conminaban, amablemente, a destruir las fotografías que había tomado, pues una ordenanza escrita, determinaba la prohibición de la toma de instantáneas. Después de unos cuantos minutos llenos de improperios hacia los guardias, la dama tuvo que someterse a la ordenanza. La sorpresa - menciona -_fue grande, pues cuando salimos de la capilla, la dama todavía seguía ofuscada y le escuché varios «chilenismos" en su cándida voz. - Termina su comentario.
Estas y otras situaciones ponen en evidencia que las palabras dicen más de lo que uno ve o escucha en ellas. Hay palabras que son muy extensas en su significado. También, palabras que reflejan la idiosincrasia de las personas que las utilizan. A estas palabras las llamamos, palabras transparentes.
Lo colectivo hace que ciertas cosas, pasen a ser identificables por si sola, esto es, que la sola mención de la palabra hace que las personas identifiquen un lugar determinado. Esa palabra representa claridad, exactitud para todos los que escuchan esta palabra. Como esta y otras referencias, hay muchas en todos los medios escritos y en el lenguaje oral que las personas utilizan habitualmente. Hay situaciones en que la palabra y lugar, tienen un mismo significado. La claridad, también es un tema de respeto con el lector. Muchos de los escritores y también muchos de los lectores, asumen que la palabra escrita es el mayor logro de la humanidad.
«Ir derecho a las cosas sin detener al lector en las palabras.» Es una sentencia, una sugerencia y a la vez, una clara solicitud de los lectores de hoy día de cualquiera de los medios o herramientas utilizados para la eficaz comunicación.
Recuerdo a mis viejos costinos sentados junto al brasero mientras el mate de yerba amarga pasaba entre sus manos. El roce de sus dedos martirizados y toscos, hizo que Elena levantará su mirada y se cruzara con los ojos claros de papá Rosas. Bastó un segundo, se sonrieron y sorbieron con un largo placer sus mates avejentados. Sin duda esos viejos eran el uno para el otro y sin escucharlos, yo leía los «te quiero" en sus miradas, en sus atenciones, en sus gestos claros y transparentes.
Hoy en todos los medios escritos encontramos textos que usan expresiones convenidas, claves de la lengua que solo resultan comprensibles para el lector iniciado, aquel que domina el significado. La ausencia de claridad enreda las palabras y detiene la lectura. (el acto se refleja, en la conducta escolar, en la realización de vocabulario o palabras que no entendemos en una lectura para su posterior uso del diccionario, y con ello, el entendimiento del contexto). Muchas de estas convenciones, por des inhibición parecen simpáticas, pero el uso excesivo confunde al lector común. También tropezamos con frecuentes expresiones sabias, a veces jactanciosas, que solo sirven para la exhibición personal de sus autores. El uso de claves en deportes, economía, cultura y otras secciones no es, desde luego, patrimonio de nadie, están presentes en todos los medios escritos. Pero el afectado siempre es el lector, que solo busca estar bien informado.
Si el texto carece de claridad es como si no se hubiera escrito, por que el lector no lo comprende. Claridad significa usar un lenguaje abordable, con palabras transparentes, que expresen los conceptos sin ostentación ni adornos innecesarios. Tobías Wolff ; escritor norteamericano especialista en relatos breves. Huye siempre de los personajes muy marcados y grandilocuentes, y sus mayores virtudes narrativas son la atención rigurosa al detalle mínimo aunque significativo. Recientemente de visita en Chile, mencionó la relación con sus lectores y dijo con respecto a la siguiente pregunta ¿Cual es la literatura que más le gusta? «La literatura que más me gusta, es la que me respeta como lector.» fue la respuesta.
Existen personas de mirada clara, de alma limpia, personas de pocas palabras, razonables. Existe la inocencia y la transparencia de las palabras.
miércoles, 28 de mayo de 2014
viernes, 9 de mayo de 2014
LA LITERATURA COMO CULTURA
¡LA CULTURA ESTÁ JODIDA EN NUESTRO PAÍS! "ESTAMOS FREGADOS EN CHILE,
PORQUE LA CULTURA NO LE IMPORTA A NADIE".
Es la respuesta de nuestro gran escultor Federico Assler. Y luego, remata
"AQUÍ NO HAY CAPACIDAD PARA VER. PRIMA EL "CUENTO" Y, ESO, ES UNA VERGÜENZA."
Nicanor Parra, poeta de las cosas raras. El antipoeta.
Federico Assler, escultor y crítico
el incomprendido.
Otra vez a palos con la cultura. De nuevo las estadísticas dejan en
evidencia las pocas y malas prácticas de la cultura de nuestra
gente. Ahora se llegó a la conclusión que el 69% de los adultos no
compra libros, dando como contra luz un mercado pequeño de apenas un
31% que adquiere novelas y libros de poesía. También debemos pensar
en las personas que practican la lectura por internet mediante los
libros digitales y los que utilizan las tablets para comprar libros
que a Chile no llegan. Los lectores de los carros del metro o
aquellos de las plazas y parques, sean desmaterializado los unos se
individualizan en sus tomos gruesos dando la sensación de gran
concentración y sin embargo cada vez se distraen más con el escote
de la dama. Los tranquilos lectores de las áreas verdes cada vez son
menos pues, han reemplazado los largos escaños por máquinas de
training y ejercicios masivos. De allí que para los escritores
chilenos sea tan importante ser editados en otros países, siempre y
cuando sus novelas y/o libros sean “buenos” o de algún modo
comerciales por que en nuestro país no se compran libros, por la
razones que sean. No compran. Una de las razones más poderosas de
editar un libro, es el dinero. Por lo tanto la actividad de
escribir, muchas veces se transforma en una suerte de satisfacción
personal, en un cultivo del alma, un soñar con la pluma o la
pantalla del P.C. ¿Cuantos periodistas, abogados, docentes
universitarios, profesionales de distintos ámbitos se dedican a la
ardua y maravillosa tarea de escribir sus experiencias, estudios,
investigaciones o críticas sociales como un libro? Muchos
escritores, sobre todo los de mi tierra, no tienen círculos
sociales, ambiente, ni espacio para enriquecer su tarea de transmitir
en papel aquello que otros les abunda, pero no saben o no quieren
escribir. Las memorias son eso, un cúmulo de hechos plasmados en
papel por una delicada mano o sensibilidad personal. Un libro,
constituye gran parte del sentimiento y del pensamiento del escritor,
por lo tanto si se comparte la lectura, aprendemos a conocer y
entender a otros y este pensamiento colectivo da forma a proyectos
humanos, susceptibles de modificar conductas, actitudes y posturas
frente a los acontecimientos sociales, permitiéndonos una
vinculación con el otro. También hablan las pinturas, las construcciones, la arquitectura y la escultura. Así como la moda nos induce a nuevas conductas, el arte y las letras son fundamentales en este cambio conductual y de enrquecimiento social. Y de estas formas de comunicación, tal vez cambiar una comunidad o simplemente
soñar con un mundo mejor.
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