domingo, 19 de mayo de 2013

LAS CRISIS SE PUEDEN REVERTIR

Nadie está ajeno a las crisis o dramas dentro de la familia, o cercanos a nosotros y, que nos motivan la consideración de la Fe Divina. Muchos hemos sufrido los vaivenes de la salud, de la economía, el trabajo, matrimonio y quizás hasta la mistad de algunos nos duele, cuando nos dejan. La condición humana es muy frágil en estas condiciones. Sin embargo, existen, siempre lazos, conecciones, hilos, caminos de elección. A veces invisibles, pero siempre atentos. Nunca, nunca estamos solos. Bendiciones.


ALAS ROTAS O ESPÍRITUS ROTOS

ALAS ROTAS


Mirar las aves como planean al viento
es algo maravilloso que hacer, yo no puedo
Dejarse llevar con el tibio viento
es algo que no puedo hacer
y de verdad, lo siento.

Ver como las plumas direccionan el cuerpo
y sentir como se aprieta el pecho
ante la rauda caída, es algo que yo no puedo.
Soy un ave herida.

Un guijarro dio en mis alas
y perdí el equilibrio
ante los ojos maravillados
de un chiquillo.

Con las alas rotas
busqué el acantilado
y observé las gaviotas
planear el mar, ya calmado.

Creí morir desplumado
en las manos del mozuelo.
Cubrió mis alas de gasa y cuidados
al tiempo tengo reparadas
mis alas rotas.

Mirar las aves que vuelan a mi lado
es comparable a la sonrisa del chiquillo
que mira su ave como levanta el vuelo.

¡Hijo, que miras con tanto delirio!
¡Las gaviotas, majestuosas en su vuelo!
¡Esa! Tenía las alas rotas
ahora es mi gaviota.
Ella vuela igual que las otras.



A LAS ROTAS



Han pasado los años y la familia se distancia
entre calles largas y desconocidas.
Los viejos en sus tumbas provincianas
se asolean en verano
y ahogan sus gritos bajo la lluvia de invierno.
Cada uno de sus miembros,
damiselas y varones,
buscaron sus amores entre obreros y uniformes.
Entre vagos y otros nombres.
Cada parte de la familia desmembró la dinastía,
lo que cada uno obtuvo lo que fuera
de la familia Muñoz Contreras.

Por mi parte y desvalido,
las emplume por mi cuenta
ingresando a la docencia,
como herencia de los mayores.
Tuve suerte en lo que fuera.
En amores y tonteras.
La mujer más entera
retuvo la pasión errante
de albergarme entre mares y cordilleras.
Entre pausas, entre besos y los te quiero,
nacieron las ansias de emprender el vuelo.
Acostumbrado a la pobreza,
me fortaleció el alma y cuerpo
conocer su hermana la tristeza.
Trabajar no lo es todo,
más bien no significa nada,
si tus hijos vuelan
sin siquiera haber nacido.
Confundido con las aves del paraíso,
se que nos reconoce,
por que tenemos el mismo plumaje.

Camuflado en las arenas de Llico,
sostengo las manos en los bolsillos
sin entender por que nos dejaste de improviso.
Vuelo más lejos de lo que quisiera
y me adentro con poca experiencia
al mundo resistido del canibalismo
y la incompetencia.
Dibujo la familia con hilos de totora,
con lanas de ovejas,
regalo de la nena y de la mamá Elena.
Bajo las estrellas de mi cordillera,
vuelvo a la familia,
mi terruño tejido de parras
a beber el rojo vino de los recuerdos,
acumulados en los patios de la iglesia
y los rieles con sus durmientes.
Volamos tan alto,
casi a tocar el cielo
y encontramos las nietas y sus lloriqueos,
pero nada que vuela tan alto
se puede olvidar del suelo.
Golpeados por las piedras del destino,
casi perdimos el camino
de la dicha y la felicidad,
más Dios considerado,
obró por tanto ruego,
imprimió de nuevo energía a las alas rotas
de la siempre compañera,
buena amiga,
mejor esposa María Eugenia.
Han pasado los años
y ha crecido otra familia
que extendida por allí y por allá
ayudó a sostener el cuerpo de alas rotas.

¡Dime si no es hermoso empezar de nuevo!

Aprender a volar y agradecer al cielo,
pues todas las aves esparcen en su vuelo,
la gracia divina
buscando un lugar más cubierto,
más seguro donde instalar su nido.
Empezar de nuevo,
agradecido.
Muchas cosas han cambiado,
el trabajo,
los amigos y,
los caminos son más expeditos.
Han pasado los años
y estos mismos sucesos,
gracias al cielo y sus cosas,
repararon mis alas rotas.





martes, 14 de mayo de 2013






 





  LAS CONSECUENCIAS DE LA FELICIDAD

La felicidad es un estado de ánimo que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada. Tal estado propicia paz interior, un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas. Es definida como una condición interna de satisfacción y alegría.




        La mayoría de las personas mide el progreso de su país por los standares económicos. Es decir, por las capacidades de consumo de los diversos rubros en ofertas  y de los ingresos percapitas de cada unos de los individuos. Obviamente, también influye el progreso país; carreteras, fuentes de trabajo, ampliación del mapa urbano, acceso a la educación y la medicina, transporte, etc. Las personas miden estas situaciones y declaran ser felices. De hecho, una de las encuestas, las que tanto gustan al gobierno, se llevó a cabo algunos meses atrás para saber cuan feliz eramos los chilenos. La felicidad aparentemente es sinónimo de conformidad y resignación. Pues a sabiendas de todos los conflictos que se producen en el país, la mayoría de estos problemas, son manifestaciones por que no estamos contentos con las termoeléctricas, con la hidroaysen, la salud, las isapres, las universidades, la educación municipalizada, sueldos, discriminación sexual y étnica, las administradoras de fondos de pensiones, alzas de los alimentos, los combustibles, ¡uf!, y suma y sigue. A pesar de estos acontecimientos que han movilizado a todo un país, la encuesta reveló, que somos un país....feliz. Dos situaciones llaman mi atención; las ventas del comercio en la época de navidad y el bono millonario de los mineros.(en estos meses recibirán un bono de 23 millones )
               Hay un país que mide su ingreso percapita por el grado de felicidad que tiene y por la cual realiza sus actividades en pos del bien social, relaciones humanas y ambiente. Buthan.
                 Más allá de las comparaciones que siempre son odiosas, puede servir como referentes para adoptar conductas similares en pos de un bien común. A pocos les importa la felicidad en si misma como máxima expresión del bienestar. A nosotros nos bastan pocos y cercanos objetivos, como también  algunos enseres y comodidades. Sin tener todo y sin tener lo mejor, nos conformamos con tener tranquilidad y trabajo para darle bienestar a los demás. Hoy estamos saturados de las conjeturas con respecto a una fecha determinada por los oráculos Mayas y muchas otras afirmaciones en todo el mundo. Más allá de ser cierto o no, no nos llama mayormente la atención, por que si vamos a sufrir un cataclismo derivado de las tormentas solares o pronósticos climáticos u otro acontecer con más o menos luz, da lo mismo estar o no preparado, sucederá si Dios lo quiere. Nosotros los terrícolas, seguiremos detrás de las vidrieras, las ofertas, las liquidaciones y trataremos de reventar con cuanta cosa sea no nuestro escuálido presupuesto. Estas pequeñas cosas nos dan felicidad por unas cuantas horas. Después de los brindis, los abrazos y las buenas venturanzas para cada familiar o amistad cercana, quedamos sumidos en la nada. Por ante cualquier mal, tenemos premisas consabidas; «hay que darse un gusto, total después de esta vida no hay otra.»
Situación absolutamente irresponsable y muy reñida con la actualidad. Somos una sociedad consumista al punto de ser considerada como una sociedad predadora, incapaz de conjugar equilibrio con mesura y esto nos mantiene con índices muy contrarios a la real felicidad. Los sacrificios que realizamos los padres para darles un «momento de felicidad» se traduce en una larga cofradía de solicitudes, esperanza de bonificaciones, trabajos extras y reducción presupuestaria familiar. Nada es comparable y es impagable la sonrisa de los niños con sus nuevas adquisiciones. Los padres damos todo por ellos, pero no construimos cimientos sólidos en busca de la felicidad. Buthan, un país pequeño nos puede dar un gran ejemplo a seguir. Utopía. Si. Pero ¿Quién no quiere ser feliz de verdad? la felicidad se busca, se consigue, se trabaja por ella y no se recibe en términos materiales, si que no en paz interior, en libertad de espíritu.

En este proceso de modernización, el rey Jigme Singye Wangchuk creó el concepto de Felicidad Interior Bruta (FIB), como mejor indicador para saber la situación de sus habitantes. Este concepto mide el bienestar psicológico de los ciudadanos basándose en el acceso de los ciudadanos a la asistencia sanitaria, la conservación de los recursos naturales del país o el tiempo que emplean con su familia.
Aunque parezca algo pintoresco comparado con los índices económicos que se manejan en el resto del mundo, para los buthaneses es algo muy serio y concuerda con la cultura y tradiciones que ningún bhutanes desea perder en su proceso de modernización.

viernes, 10 de mayo de 2013

POEMAS ENTRE GREDAS

Si escudriñamos la tierra con esmero y dedicación, no sería extraño una nueva revelación. Entonces el hombre ordena las piedras y las tranforma en poemas o en una canción de amor.
Así pasó en Pomaire, en Atacama y en Lontué. Removí en silencio el polvo de las riveras y me encontré estos poemas como un milagro de la tierra.

PÁJAROS DE GREDA


Formando una redondela
en el callejón de la casa
las manitas trabajan como masa
la tierra, el agua y el balde de la abuela.

Dijo que eran pájaros
como los que hacía la abuela
pero estos no vuelan
por que son de agua y tierra.

Se los llevó a casa
en el aire, con delicadeza
y a su madre darle una sorpresa
con sus aves de agua y tierra.

Se durmió tranquilo
soñó emprender el vuelo
con alas de plata cruzando el cielo
con sus pájaros de agua y tierra.

Despertó a las caricias de su madre
y sonriendo con ternura
le mostró sobre la mesa
coloreadas las aves de agua y tierra.

¡Madre, hiciste un milagro
con los pájaros de greda!
Solo que vuelen queda
para que se conjugue todo.

¡Ve mi niño hermoso!
Despiértalos de su ilusión
y tíralos al viento como una bendición
¡Dios es maravilloso!

Atendiendo a la alegría
de la madre y de su niño
del cielo bajó un brillo
permitiendo el vuelo a la fantasía
de agua y tierra.






GREDA DE POMAIRE



Figuras de greda a la intemperie,
se deshacen con el agua fría.
Con la brisa impetuosa,
con la mano artera derrota su alma cobriza.
Figuras de cuerpo blando en estanterías viejas,
te modelan, te deshonran en colores
que desplazan a tus piedras.

Greda, hija de la madre tierra,
de entrañas de monte nativo,
no pierdas en el remolino tu figura añil,
tu porte altivo.
Herida por las manos de Pomaire,
te quedaste en el fondo de un jarrón,
a orillas de las hierbas verdes,
como adornos de portón.

Allende los Andes,
modelada con los pasos del nativo,
por lluvia y el rocío.
Hoy rendida en las manos de las doncellas,
eres igual que un crío.
Tierna figura de greda
te encaminas hacia los portales,
como insigne figura milenaria.

Diste vida a la fauna inquieta,
a los pasteles de choclo,

a las tinajas de Pomaire.
Desde el fondo de la tierra
te asomaste cual virtud
para darle vida y tiempo a mi gente
que te abraza con gratitud.

Mis manos en la tierra


Mis manos en la tierra lloraron agua santa
y modelando quisiera retratar las palabras
en figuras de bestias, hombres y cosas mundanas.





Viajando en el tiempo de pueblos de altura
la greda fue mi abrigo y mi cama, y al calor
de la Pachamama he dormido sin quererlo.
modelan la arcilla vieja
                 


    Cubierta de piedras rojas me llevaron al mesón
     y entre ruedas, artesanos y fogón, me quitaron
    la furia de monte, cerro, de paisaje con su olor.





que se rinde sin una queja.

     Allegada a los portales, en la mesa y los pesebres
      soy como la sabia del árbol que acompaña la luz      del sol en su largo viaje al interior. Y así comparte morada el hombre y la greda vieja. Rendida a la mano experta, no pronuncia ninguna queja.

                         
                                                                                  



martes, 7 de mayo de 2013

¿CALIDAD DE VIDA?

En horario de punta
Transporte colectivo
En espera del metro
Metro en superficie


                    UN DIA EN EL METRO DE SANTIAGO




                  Una de las exigencias básicas para la creación de una ciudad, son a lo menos tres cuestiones de carácter social o mejoras en las que poner atención; las condiciones de aguas para los distintos menesteres llamese de salud, economía y vías de comunicación o acercamiento.Simplemente calles bien organizadas para una ciudad destinada al crecimiento como Santiago.
Una emisora cualquiera, en la mañana comenta la cantidad de tacos en las diversas carreteras para entrar a la capital o dentro de ella y en estos grandes atochamientos vehiculares se incluye el proyecto insigne de todos los gobiernos de turno. El Metro. Soy uno de los usuarios apretujado, empujado, manoseado y trasladado a donde nunca quise llegar.

¡Apestado! Atestado el Metro me lleva a la estación sin saber con quién me encontraré. ¡Somos miles! Mi estatura no permite que mis brazos lleguen a ninguna parte y quedo petrificado entre medio de las gordas y sus enormes traseros. No me atrevo a mover entre las blandas carnes de mis compañeras. Vuelvo la mirada al interior del vagón y las cabezas inclinadas se alinean digitando los teléfonos, demostrando la habilidad en un juego o mensajes de texto. Otros seleccionan temas musicales al ritmo de sus píes y cabeza. Esto es lo que es; ¡Pasajeros sin cabeza ni píes! Muchos, a pesar de la estrechez, dormitan con la boca abierta y adivinan la próxima estación. Bajarse da lo mismo, te llevan agarrado de sus mochilas puteando la razón. Las señoras reaccionan mirando a quién las saludó, con las manos perdidas muy cerca del interior. Las niñas leen el best seller y sonríen cómplices de las cincuenta sombras. Se arreglan el pelo y suspiran, como si fueran protagonista de la página cincuenta.

              Me saco la cresta en el trabajo y cedo mi asiento a cualquier señora. Me mira y, su sonrisa tonta me permite el arrepentimiento. ¡Somos miles! Los que vamos al mismo lado, no nos presentamos, ni no nos saludamos. Apenas nos apretamos a los vaivenes del metro para enderezarnos. ¡Próxima estación! ¡El Golf! Se abre la puerta y otros miles practican la obstrucción. ¡Me rajaron la mochila! ¡Están roando! Estrujado al ventanal, miro al guardia y su radio tan inútil como un mitón para el celular. ¡Guardia maricón! Pienso. Si la suerte me acompaña, me bajo en la próxima estación.

              Santiago, la capital siempre está modificando y ampliando las vías de locomoción colectiva para prestar mejor servicio y mejor calidad de vida a la población. Sin embargo, nada de esto acontece pues las avenidas siguen atestadas de vehículos y el metro a ciertas horas, simplemente no da abasto, ni soluciona los problemas de las miles de personas que utilizan estos servicios. Así pueden ver pasajeros molestos por los horarios, por llegar atrasado a su trabajo, por la constante de los robos y el infaltable abusador de la anatomía femenina. Tal situación colabora con las enfermedades de origen nervioso. Estrés, cansancio prematuro, ausencia laboral, ulceras y quizás cuantas otras derivadas de las molestias de este servicio. La incomprensión de ciertas situaciones se suma a la insensibilidad del mundo social que solo quiere rendimiento y dividendos sin prestar atención a las grandes problemáticas de los individuos.  Muchos son los proyectos que cuestionan y amenazan la habitual forma de vida de las personas, están siendo rechazados por la comunidad, pues el impacto ambiental sería tan feroz que me atrevería a vaticinar, un desastre del cual no podríamos escapar en cinco o tal vez cincuenta generaciones más. A lo mejor lo estas pensando en forma globalizada, total es Santiago, pero...has pensado cuantas veces nos han advertido, no del metro, si no de las condiciones ambientales de nuestra localidad. Da que pensar verdad. Bien, existen varios “metros” más chico que Santiago, en todos los rincones de mi patria, pero de acuerdo a los grados de contaminación que fomentan ciertas empresas, deberíamos pensar si nos conviene tener una mejor comunidad, un mejor pasar, o pasearnos por calles pestilentes o habituarnos a las enfermedades derivadas de aguas contaminadas. Calidad de vida no es sinónimo de mayor poder económico, si no más bien, mejores condiciones ambientales, permanentes y mejores situaciones sociales en las que todos podamos participar y disfrutar. A no olvidar, tu localidad no es el Metro, es tú lugar de vida y el de tus futuras generaciones.
* Lo siento, dejo de escribir, me dejó el Metro.

sábado, 4 de mayo de 2013

PENSAMIENTOS

               
                                          
Playa Llico VII Región
Atardecer en Caleta Llico

Columnatas viejo muelle


  
REFLEXIÓN

Se refiere al proceso que permite pensar detenidamente en algo con la finalidad de sacar conclusiones.


Hoy por hoy, los tiempos están convulsionados, las noticias diarias nos tienen tan sorprendidos como temerosos, lo cual nos llena la cabeza de pensamientos y de ilusiones que nos alejan de la reflexión, lo que nos lleva a la utilización las imágenes, elementos muy recurridos para mostrar las cosas que pasan. Las imágenes tienen la capacidad de sintetizar las argumentaciones, siendo tan poderosas y decisivas en su esencia, que por esta misma razón, se apoderan de nosotros o al menos, de nuestra capacidad de reflexionar.
Como matrimonio joven, emprendedores, llenos de ilusiones y de futuro, con María Eugenia vivimos algunos años en la costa de Curicó. Llico específicamente, y una de las imágenes más recordadas por su belleza y significado natural, es sin lugar a dudas el mar, pero por sobre todo, la marea.
Esta es la imagen; estamos conscientes que tenemos momentos de felicidad y de infelicidad, épocas en las que las cosas salen bien y otras no tanto, situaciones en las que demostramos una gran habilidad y otras una total y absoluta impericia y que todo ocurre como un suceso cíclico, como las mareas que están sujetas aun ritmo inexorable y que somos una boya anclada al fondo marino por una cadena, la que muchas veces nos permite estar por sobre el nivel del agua y otras debajo de ella.
La buena noticia es que la marea nunca es repentina sino previsible y anunciada. Es paulatina y por ello nunca traiciona, es decir, avisa con tiempo de su llegada y no suele pillarnos de improviso. Los que hemos vivido cerca del mar sabemos lo suficiente sobre ellas como para que no podamos acusarlas de traidoras o de imprevisibles, nunca llegan como ladrones en la noche y en la medida que somos boyas, bamboleados de aquí para allá, forman parte de nuestra misma esencia.
El caso es que podemos reflexionar, utilizando la imagen de la marea para explicar los acontecimientos relevantes.
De acuerdo con los resultados de las elecciones en el ámbito nacional, todo se dio de forma inesperada y no por los resultados, si no más bien, en como se manejaron esos resultados. Pocos acuerdos claros, independientes no muy independientes, colectividades políticas divididas y otras fusionadas, la demasía de candidatos y su postulación de ellos a vistas claras que no serian electas bajo ninguna circunstancia. La imagen de dispersión de los sufragios no es por no querer votar, si no más bien por quien votar y a quien hacemos responsables de nuestro futuro, en quien depositamos nuestros derechos y nuestra capacidad de asumir deberes.

La cuestión a reflexionar es hasta qué punto somos responsables de las cosas que nos suceden y más concretamente cuál es nuestra responsabilidad al respecto. En esto hay dos actitudes:

a) La queja por lo que nos pasa, típicamente asociada a nuestro papel de víctimas.

No cabe duda de que el papel de víctima es sumamente agradecido porque exime de toda responsabilidad. Es esa actitud la que nos lleva a tratar de colocar la solución de nuestros problemas en otros. Pero ese papel de víctima o de rescatador ni genera conocimiento sobre la experiencia ni nos capacita como responsables de nuestra decisión para afrontar la solución del próximo problema que nos aceche, siempre que no nos falte ayuda disponible. La tendencia de esa conducta es que cada vez tenemos más dificultades en encontrar almas nobles que nos ayuden y que con el paso del tiempo encontremos cerradas las puertas que antes teníamos abiertas.

b) La actitud responsable que consiste en tomar acciones y generar más cadena a la boya para evitar quedar sumergidos por los acontecimientos.

Adoptar la postura responsable nos empuja a la acción. Es mucho más agotadora, por cierto, porque exige esfuerzo pero podemos solicitar igualmente ayuda si bien no para solucionar los desaguisados sino para aprender cómo hacerlo. Es un papel de protagonista, no de víctima y como tal genera conocimiento, en definitiva, más eslabones en nuestra cadena siempre incompleta. Sabemos que la vida es una continua sucesión de pleamares y bajamares y eso debería bastarnos para que nos sintiéramos responsables, pero volviendo a la reflexión inicial parece que nos sentimos mucho más identificados con nuestro papel de víctimas. Muchos incluso son tan expertos en eso que son capaces de introducir el sentimiento de culpa por lo que les sucede aunque no estén dispuestos a mover un solo dedo para evitar que les vuelva a suceder. Esos son los grandes maestros de la manipulación y conviene estar atentos. Diría más, preguntarnos si somos uno de ellos.

En el plano local la situación no es tan disímil, las imágenes nos nublaron la visión y la capacidad de reflexionar y entender cuales eran nuestras prioridades. Quedamos mirando el sol por el gran triunfo de Sra. Priscilla Castillo, pero quedamos bajo el agua en cuanto a nuestra representatividad de concejales estrictamente local. Somos víctima de nuestra propia incapacidad de reflexión y, como la marea es previsible, cíclica y avisa con tiempo su llegada, seguiremos bajo el agua esperando el compromiso de la comuna por otros largos años y así sucesivamente de acuerdo con las votaciones. Esta es la imagen que veo: Seguiremos observando como se pone el sol en el horizonte marino y tendremos altos y bajos, idas y venidas como la marea.





Ojala los acontecimientos tan precipitados, tanto naturales, como aquellos provocado por la ambición del hombre, nos hagan reflexionar.