lunes, 18 de julio de 2016

PARA PENSAR. DISCERNIMIENTO

FILOSOFÍA. LA MANERA DE PENSAR.

Luis Muñoz C.
CONSUME, ACEPTA, ENAJÉNATE, IGNORA, OBEDECE, SUBORDÍNATE,PRODUCE, VOTA, CUESTIÓNATE, PROFUNDÍZATE, LIBÉRATE, CONOCE, REVÉLATE, CREA, RAZONA, DECÍDETE.


Ya hemos comentado la falta de claridad en el lenguaje que nos afecta y así mismo, la comunicación, la fluidez de la lengua. También, hemos denunciado la ineficacia de los planes de lectura masiva y de agrado en nuestra sociedad. Así mismo, el desprecio de las ideas y ante esta situación, es claro que la gente común no se detiene a pensar, ni tampoco a cuestionar los acontecimientos de los cuales somos parte, para beneficio o para perjuicio. Todos estamos involucrados sin excepción y, somos responsables por ello.
Necesitamos un lenguaje y un razonamiento, para cuestionar los supuestos que operamos. Se nos crea un drama personal y social, cuando nos hacen falta estas habilidades reflexivas, críticas, que no se heredan, que no son genéticas, sino, culturales. He aquí un tema a considerar en el currículo educacional. Muchos de los docentes activos, dicen que su proceso de enseñanza y aprendizaje, está orientado a que el alumno “piense” y obtenga sus propias conclusiones ¿?. Los resultados de esta impronta, nos tiene muy alejados de una educación aceptable. Ciertamente no hay que ser especialista, así solo creamos tecnócratas  y rigidez en el hacer y en el pensar. Hoy, la sociedad se relaciona con la caída de una determinada manera de ver el estado, la sociedad civil, la comunicación, la participación y, la tecnología, que juega un rol muy importante en esto. Lo complejo en este mundo moderno, es que la tecnología está extraordinariamente desarrollada y sigue su curso inexorable, pero al mismo tiempo pareciera que estamos más solos que nunca. Finalmente este tipo de reflexiones están más cerca de lo filosófico y  muchos no comprenderemos el rol que estamos jugando en esta serie de crisis generadas por nosotros mismos. Nuestra avaricia, nuestro egoísmo, nuestro poder, nuestra ceguera, nuestro individualismo y nuestro nepotismo, nos dificulta el comprender el rol de la comunicación y el lenguaje tienen que ver con la crisis política que vive Chile, con la rabia, la frustración y la desconexión, con la élite, el poder y la política.
Los filósofos, los pensadores antiguos representan el origen y la simpleza del pensamiento, pero al mismo tiempo la profundidad. Lo que hace la filosofía es plantearte preguntas, a que puedas generar ciertas interrogantes y tener un abanico de posibilidades, para tomar mejores decisiones. Hoy, la filosofía parece ser un lujo intelectual.
La filosofía, está casi siempre asociada a los momentos de crisis, por lo que, las guerras y los grandes conflictos son momentos de gran efervescencia filosófica. En Chile no hay época de oro a idealizar, a diferencia de los países europeos que tienen una nostalgia constante. En cambio en Chile, no hay un pasado al que mirar, sí, hay una mirada de hambre y de futuro. Dicen que la filosofía es inútil, pero las matemáticas, a cierto nivel, también son inútiles.


Deténgase un momento a pensar, a pensar un poco más allá de lo meramente acostumbrado. ¿Cuántas cosas cambiarían si solo les dedicáramos un poco más de tiempo? ¿Qué lecciones podemos aprender de todas nuestras vivencias, y como aplicarlas a la nuevas experiencias sociales? Y lo que es más importante. ¿Estamos haciendo lo correcto con nuestras decisiones? ¿No sentimos conforme con nuestra participación? ¿Y qué tan interesado estoy, en lo inmediato, en el proceso de la reforma constituyente? Piénselo.