domingo, 2 de abril de 2023

DEL FRENTE A LA VEREDA

 

 LA OPINIÓN DESDE LA OTRA VEREDA

 

Desde la otra vereda, la de los opinantes, la vereda de la gente común, la gran masa que solo opina cuando tiene todo casi perdido y su opinión, es casi un lamento que no se escucha en ninguna parte y por nadie que pueda sugerirle una solución. Bueno...todos sugieren, dan formulas, consejos, recetas pero, no entregan los ingredientes.

 

Esto ocurre en todos los frentes, negar y negarse a dar lo necesario para realizar grandes cambios en beneficio del país. Mientras se manejan los hilos en un Congreso que carece de toda representatividad política y de Estado. Por lo tanto su papel, por sobre todo fin social, es negarse a toda propuesta proveniente de las iniciativas de un programa de gobierno. ¿revanchismo? ¿pasar la cuenta? ¿negativismo? ¿disponer a sectores inversionistas contra el gobierno? ¿deshabilitar la gobernabilidad?

Es difícil pensar en lo contrario cuando se retraen en legislar, ausentarse de las salas de votación de proyectos, de engañar al sistema presencial, o simplemente alinearse con el partido, perdiendo la racionalidad o la libertad de expresión. Da lo mismo. Los honorables, dilatan todas instancias que pudieran ayudar a la gran masa de librarse de la pobreza.

Se podrán equivocar ambos sectores en sus demandas y propuestas, sin embargo, no hay reconocimiento, ni enmendar situaciones, para conversar, estudiar,debatir y buscar otras posibilidades, entre las miles que existen. ¿O acaso ustedes creen que las ideas, tienen un sí y un no, tácito? Lejos de este planeta están las disculpas o, si estas aparecen en algún medio, nadie, simplemente nadie, les cree. Es tal el descrédito de la clase política, y tantas sus prebendas económicas, que no se entiende el que no cumplan a cabalidad con su trabajo. Se siente en el aire que de alguna manera nos están robando en sus propuestas y su despliegue político y legislativo. Ellos, gana más que el 70 % de la población y es plata, pero muy mal gastada. En el inter tanto, la gente más necesitada, hace magia para estirar y distribuir la magra pensión, el exiguo salario y los extras por un tercer trabajo, sacrificando su calidad de vida, su salud mental y la integración familiar.

En definitiva, los políticos nos tienen amarrados a su carreta. Nos transformamos en esclavos futuristas, tenemos casi de todo, pero no somos dueño de nada. Vivimos en la pobreza y ahogados por la economía, por la mala educación, la pésima salud,la nefasta burocracia y una clase política que no cumple con las expectativas ciudadanas. ¿Que hace un esclavo en este tiempo? SE REVELA.