sábado, 18 de enero de 2014

ABUSOS INFANTILES


SENAME: Servicio Nacional de Menores. Es un organismo gubernamental ayudante del sistema judicial, que depende del Ministerio de Justicia.
MISIÓN:Contribuir al desarrollo del sistema de protección social de la infancia y adolescencia a través del ejercicio de derechos y la reinserción social y/o familiar de niños, niñas y adolescentes vulnerados en sus derechos e infractores de ley, mediante una red de programas ejecutados directamente o por organismos colaboradores del Servicio.


¿QUE OCURRE CON SENAME?


Hacia el inicio los años 80 tuve la gran experiencia de ingresar a una de las instituciones perteneciente a SENAME como profesor de un proyecto piloto de educación interna, para menores en condiciones difíciles. En este recinto perteneciente a la institución denominada EDUCHILE, existían tres grupos de menores; La unidad Janequeo, que tenía internos desde los 5 hasta los 9 años. La unidad Galvarino, que era responsable de los menores de 10 a 14 años y La unidad Lautaro, que estaba al cuidado de los mayores de 14 hasta los 17 años. En acuerdo con el jefe administrativo de ese entonces, y visto los resultados obtenidos en una primera etapa, se me planteó la posibilidad de asumir como auxiliar de rehabilitación de menores(A.R.M) para ampliar la relación con los internos del programa. La situación de estos menores no es para protegerlos, ni mucho menos para rehabilitarlos o insertarlos como aporte a la sociedad. Las condiciones son muy precarias y distan mucho de cubrir las necesidades de los menores. Los locales o instituciones son provistos de grandes salones como dormitorios, por ende son fríos y de hacinamiento. Donde se pelean las frazadas y los rincones más reparados y también, más protegidos. El régimen alimenticio es en base a papas con mazamorra, manzanas y el irreemplazable pan. La ropa de vestir era repartida a la suerte una vez a la semana y los A.R.M seleccionaban lo mejor para ellos. Desayuno y once-comida similar; leche en polvo con algún agregado y su pan con mermelada. Es probable que las comidas varíen en el menú semanal, pero no me acuerdo de la carne y de las legumbres, menos del pescado. En resumidas cuentas, estas instituciones lo que menos tienen, es la característica de “hogar”.
El papel de los Auxiliares de rehabilitación de Menores se circunscribe a cuidarlos para que no se escapen del recinto, para que no se agredan, se mantengan en los patios a la vista de ellos. Hay turnos de día y noche. Los de días supervisan el régimen de visitas y las comidas diarias. Los de noche, velan por el descanso nocturno y las duchas en la mañana. El panorama, no es muy distinto el resto de la semana o del mes. Actividades distintas, recreativas, deportivas o de otra índole, no existen. Además, ante una población tan disímil, no era aconsejable, un espacio común. Si no fuera por la televisión, serían meros muebles o plantas decorativas en los mal llamados Centros de Rehabilitación de Menores, subvencionados, supervisados y controlados por el gobierno. Estas instituciones garantes de los derechos de los niños de escasos recursos y en situación de vulnerabilidad, solo enriquecen a sus personeros a costa de tener una razón social, llamadas «hogar de menores».
Mi experiencia docente, permitió crear una escuela interna con un programa de alfabetización y regulación de cursos de primero a sexto básico. Además de un programa de inserción de internos en escuelas básicas del sector, con la consabida supervisión de su integración y desarrollo psicosocial a su nueva condición de estudiante. Todos los avances y dificultades que se presentaron durante este periodo, ya sea derivadas por los programas educacionales o por el desarrollo de las actividades internas del resto de la comunidad, se dieron a conocer en el momento oportuno al jefe administrativo del entonces y, se determinaron beneficios y sanciones en los casos que correspondían.

Hoy, después de los años se instaura una dramática polémica, con pinceladas internacionales pues a tomado conocimiento la UNICEF de esta horrorosa situación. Aparentemente, «hay autoridades que no quieren que se sepa lo que ocurre dentro de los hogares de SENAME». Nos dimos cuenta, de manera dolorosa y angustiante del fracaso de las políticas de gobierno en esta, y en otras área. Primero los políticos acusados de pedofilia, luego los sacerdotes, grandes redes internacionales de abuso de menores y ahora, se descubrió la aterradora realidad en la que viven los menores en estos hogares; amén de la mala alimentación, vestuario y la falta de atención en requerimientos básicos, ahora se suman abusos y explotación sexual.
El proyecto de protección de derechos del niño, niñas y adolescentes presentado por el gobierno, confirma lo poco que nos interesan los niños. No recogió, en la practica, nada de las recomendaciones de la Unicef y de varias ONG, tampoco contempló recursos o modificaciones a estos hogares que en teoría deben proteger a estos niños. Escandalizados ante los reiterados abusos de menores, se dio curso a una investigación de todas las casas de menores del país. La congoja nos invade por que la educación que les brindamos es insuficiente y de mala calidad. Nos culpamos por que muchos viven privados de las condiciones mínimas para el desarrollo de una infancia feliz. Condenamos a viva voz los vejamenes ocurridos en estos hogares ¿Pero que hacemos?
Las condiciones a las cuales están sometidos los menores en esta sociedad es patético, parecieran no importar.

En Chile,

Más de 12% de los adolescentes de entre 15 y 19 años son padres o madres.
Solo en el año 2012 nacieron 600 hijos de adolescente menores de 14 años.
El 22% de la población del país corresponde a menores de 14 años.
De los cuales al menos el 8,7% ha vivido una experiencia de abuso sexual.
Un 71% del total ha experimentado alguna clase de violencia.
El 22,8% corresponde al índice de pobreza infantil. Es decir, el doble del índice de pobreza adulto.


El panorama no se ve mal. Simplemente es enfermizo, horroroso y aberrante las condiciones en las que están los menores de nuestro país. Más aún, cuando el Presidente Sebastián Piñera, consideró la madurez de una niña de 11 años, embarazada de su padrastro, resultado de violaciones reiteradas, evidenciando un despropósito, una falta de criterio o lícita o llanamente, ignorancia. ¿Y los derechos de esta menor señor Presidente? ¿Cómo le explica a Belén que tiene que mudar su niño y dejar las muñecas? Señor Presidente ¿Cómo enfrenta esa niña su escolaridad y la convivencia con sus pares? ¿Cómo miramos socialmente esta relación madre, hija, padrastro bajo el mismo techo? o ¿La enviará a un hogar de menores mientras espera su periodo de alumbramiento?
Como parte de la sociedad, tenemos nuestra propia responsabilidad, nuestra culpa. Pero, que hará el estado cuando este informe elaborado por la UNICEF y juezas de familia dado a conocer en marzo, salga a luz pública in extenso. ¿Por que quieren invalidarlo? ¿Por que se intervino al equipo autor del informe? Las autoridades, todas, son responsables de este ignominioso suceso, por no asumir su papel de veladores de los derechos del niño y de la supervisión de las instituciones que supuestamente se encargarían del bienestar de estos menores. Muchos pregonan que:» el futuro está en las manos de los niños. Los niños son el futuro de nuestra patria». ¿Se imaginan esta situación de seguir usurpando derechos de protección y abusando de los niños de nuestra patria? Sin duda alguna, no cuidar nuestros niños, es el peor de los fracasos. Realmente es una vergüenza lo que ocurre con SENAME.

lunes, 6 de enero de 2014

COMUNISTAS


Un homenaje a los hombres que forjaron las raíces sindicales, cuyos cuerpos descansan en los suelos de mi patria, siendo parte de la historia tan nombrada de Arica a Magallanes. Tan perseguidos sus pensamientos, tan golpeados sus cuerpos, que aún derramando su poca sangre son columnatas en esta joven patria. Como la roca dura del desierto, como la roca dura de nuestro mar austral el pensamiento comunista, es la columna vertebral de la política sindical.

Luis Emilio Recabarren
Elías Laferte
Violeta Parra
Pablo Neruda




Victor Jara
Salvador Allende











SOMOS LA ROCA DURA





Viviendo en países distintos
 

arropados por el odio 
 

y levantando armas 
 

como baluartes libertarios, 

 
vamos lavando heridas


con la roja sangre del caído.



Mataste, torturaste y


desaparecieron los cimientos


de la democracia


enterrados en la arena del desierto,


donde sobre vuelan


las sombras de los cuervos.



Suenan las medallas


en los pechos henchidos de soberbia


y relucen los sables que hieren el aire


que respiran los silentes cuerpos  

tendidos en la arena ardiente.


Nadie llora su suerte


la cobardía castrense se levantó


contra los derechos del poblado.



Ser comunista, minero o campesino


es tener sellada la muerte


con el pecho abierto


por la metralla


por la mano atera


del uniforme reluciente.




Tanto la arena ardiente


como la frágil marea


guardan secretos de ojos vendados.


La oscuridad es para todos;
l

los unos ocultan sus pecados


para escapar de la sangre


que baña su conciencia.


Los otros,
l
l
lloran sus sueños destrozados


a la luz de una vela.



El silencio es tan doloroso
c

cuando nadie da respuesta,


que la hierba crece en protesta


por los cuerpos tan ausentes.



Hay tumbas vacías, corazones rotos.


Hay sollozos incansables, silencios culpables.


Hay inocentes calcinados, civiles asolapados.
 

Hay gritos proletarios, utopías militares.



Vivimos en países distintos


y lloramos las mismas penas.


Somos los de siempre,
l
l
os que sembramos la tierra con nuestras manos


y ahora con nuestros cuerpos destrozados.


Somos la roca dura del desierto. 
 

Somos la palabra verdadera.


Somos comunistas,


columnistas y hacedores de patrias nuevas