lunes, 27 de febrero de 2012

MI OPINION

CUIDADO CON LAS OPINIONES


Muchas veces hemos hablado de la cultura de nuestro pueblo y, muchas veces nos referimos a todos aquellos actos esporádicos donde se manifiestan los artístas y sus grandes talentos,: sin embargo, lejos, estamos muy lejos de reflejar nuestra cultura en estos asuntos.
Nuestra idiosincracia, nuestra forma de ser y la impronta que queremos representar a veces en sociedad nos tiene atrapados y, cualquiera de las excusas que formulemos no nos deja en mejor pie. Tenemos conducas y procederes que son muy desafortunados en todos los niveles sociales. Siempre hemos apartado, denigrado, discriminado y segregado a los grupos minoritarios(grupos étnicos, diferencias sexuales, discapacitados, ricos y pobres, inmigrantes, provincianos, comunistas y ahora los estudisnates, empleadas domésticas y temporeros.)
Por razones muy simples y, ocultando mis pecados personales, siempre he abogado por incrementar los espacios culturales y las propuestas que deriven e irradien cultura a todos los segmentos sociales. Nos hemos entrampado en declaraciones donde dejamos de manifiesto nuestra conducta insana con el prójimo. Demás está decir, que la cultura es nuestra carta de presentación ante los demás. Tenemos que respetar todas las formas de expresión que no dañen ni cuestionen el actuar de los demás. Convivir y respetar espacios, es algo que tenemos que aprender en todo ámbito. No somos mejores que los demás, tampoco somos peores que los demás, pero siempre hay algo que mejorar. Somos seres que permanente mente evoluionamos; dejamos las cavernas, las disputas tribales, la esclavitud, los títulos de nobleza y los escudos de armas. Disfrutamos los derechos igualitarios y de oportunidades de perfeccionamiento personal que nos reportan una mejor calida de vida. ¿Entonces?

- ¿Por qué tan livianamente el gobierno condena a la comunidad mapuche de provocar incendios forestales, sin antecedentes probatorios?
¿Por que se permite la práctica de esquilmar a los usuarios de ciertas casa comerciales y farmacias y no tener posibilidad compensatoria por daños económicos?
¿Por que son inferiores ciudadanos los discapacitados y no pueden entrar a ciertos restaurantes u otros espacios públicos si pagan lo mismo que los demás?
¿Por que la obesidad nos obstruye nuestra capacidad de dicernir con claridad, si esto es una enfermedad como cualquier otra?
¿Por que una causa justa , como la de los estudiantes, se convirtió para la autoridad comunal en un puterio, con el solo propósito de desvirtuar un movimiento social?
¿Por que las empleadas domésticas no pueden utilizar una piscina o caminar libremente por ciertos sectores o calles públicas, si son ellas las que los alimentay crian sus hijos?
¿Por que los pudientes económicos se apropian de las playas , patrimonio de todos los chilenos?
¿Por que los temporeros son tratados como animales y se permite la trata de esclavos, sin siquiera considerar una letrina para sus necesidades?
¿Por que las Isapres, la AFP te postergan a ciudadano de segunda o tercera categria y juegan con nuestros ahorros y nuestra salud para llenar sus propios bolsillos?
¿Por que las minorias sexuales no pueden expresarse, si la sociedad habiertamente consume sus servicios?
¿Por que los clérigos abusan de menores y son condenandos a retiro espiritual como si las rejas solo fueran para los pobres sin espíritu?
¿Por que la concesión de las carreteras, las vias fluviales, la intervención dramática de la naturaleza y sus recursos? Señores, despertemos. Señores, Chile, es de todos los chilenos.

Básicamente la sociedad de la cual somos parte permite ciertos vicios. Una vez al año, somos inmensamente solidarios y se nos aprieta el alma con imágenes de la teletón. Pero el resto del año nos comportamos hipócritamente y con un cinismo más que ventilado. La cultura no es una opción de la Plaza de la Constitución. La cultura es la expresión más pura de nuestra identidad. Los principios que sustentaban la familia y a las instituciones, se quedaron en las estanterias de las bibliotecas que no visitamos. Olvidamos quienes nos cuidan los hijos, quien nos prepara los alimentos. Olvidamos la mano de quién nos ayuda.
Podemos sacrificar a las personas por las redes sociales sin muestras de culpabilidad. Emitimos juicios para la muete virtul de muchas personas y, mientras escribo mis descargos, una veintena de pasajeros de la locomoción colectiva,no es capaz de reaccionar ante el manifiesto abuso de una menor ante sus propios ojos y paciencia. Tal vez ocultar la cara tras la red social, dar vuelta la mirada mientra se viola una menor de 5 o 6 años o tal vez haciendo el ridículo ofreciendo el celular para que otros llamen a las autoridades competentes, nos hace diferentes y oportunos, pero no es asi. Somos uno en las redes sociales y otro en la vida cotidiana. Aceptémoslo.
Este dos mil doce, se anuncia el fin de una era y el comienzo de otra. La nueva, en la que se menciona un cambio y retoma de los conceptos morales y de justicia. Un cambio hacia la conciencia ambiental, un cambio hacia los hábitos y conducta humana que nos distinga de todo lo demás.
La cultura como una forma de ser de los pueblos, es una herramienta eficaz para la integración, el reconocimiento y la evolución, tanto de las masas como del individuo en particular. Hay que promover a toda costa los buenos ejemplos, las buenas prácticas y por sobre todo, promover gestiones institucionales de gran alcance social.
Hoy es tiempo de reconciliarnos, de analisis y meditación interior. Mirarnos a nuestro espejo y corregir. Debemos realizar una pausa antes de emitir nuestra opinón y juicios para no arrepentirnos luego.Es propio de los seres humanos educarnos de acuerdo a experiencias significativas. Esto es educarse, educarnos. Al final de cuenta esto es, cultura.