lunes, 18 de abril de 2011

LA ENTREVISTA

La entrevista inusual.

Voy camino a la Alameda y el calor penetra mis zapatos hasta casi cocinar mis dedos. Además el micro del transantiago repleto, huele a sudor y cansancio. Pero siento que mi deber, está por encima de las molestias y las camisas pegoteadas a la espalda. Me queda poco, tengo que bajarme en la Moneda para entrevistar a un personaje conocido por el grueso de la población, pero de imagen internacional y rostro permanente en corazones de todas clases.
Camino sin mirar a la gente y solo me concentro en las preguntas que debo realizar. Al llegar a la Plaza de La Constitución, el espacio se abre como un abanico de cemento y baldosas, donde se oculta el sol tras la inmensa bandera del Bicentenario. De verdad estoy nervioso.
Saco mi agenda del año 2007 y pruebo si mi lápiz bic escribe de la forma adecuada y no ser enfrentado al bochorno, de no producir raya alguna en medio de tamaño acontecimiento. Todo va bien.
Después de sortear a todas las personas que aparentemente no querían que llegara a la presencia de mi entrevistado, se produjo el cara a cara tan esperado.
Lo miré de pies cabeza, así, literalmente. Me contuve todo lo que pude, para no gritarle lo que siempre escuché en cada calle por las que alguna vez me pasee. Recuerdo perfectamente el periodo de las elecciones y vendrán otras elecciones y lo más probable que actuemos de igual manera. No es concebible que la gente tenga tan mala memoria. No cabe situación razonable por la que podamos equivocarnos tantas veces. Somos seres esencialmente demasiados conformistas ante las dificultades. Carecemos de toda capacidad de escuchar y asociar. Perdemos la reacción de carácter positivo y analítico. Somos un pueblo amnésico por excelencia. Ante mi cara de apremio, me reconocí asustado. Es cierto que nos caemos muchas veces y que nos volvemos a levantar, pero esta lección no nos permite aprender. Levantamos un nuevo panorama con los desechos del desastre, aprovechamos las instancias del dolor para quejarnos más, nos aferramos con inconciencia a los cantos de sirenas que se acompañan de promesas de nuevos cambios. Pienso que ante la adversidad, debemos estar más unidos, más claros, más dispuestos a los cambios de fondo, ser capaces de erradicar sentimientos conformistas y de incapacidad. En un momento determinado, debemos asumir los cambios totales en bases a nuestras necesidades globales.
La cara mi entrevistado casi adivinó mis intenciones y no movió sus labios, mientras su mirada escrutaba algo más allá de nuestro futuro. Asumí que debía realizar el papel de entrevistador.
Preg. Mmmmm …Desde la perspectiva de los nuevos acontecimientos ¿Cuál es su opinión respecto a la nueva forma de gobernar?
Resp. La opinión de todos los sectores involucrados es tan importante, que sin su concurso, muchas de las iniciativas propuestas es posible que no se logren. El conocimiento y dominio del terreno solo lo manejan a cabalidad, los que permanentemente están en contacto con las necesidades que se viven a diario en el terreno. El pueblo no es inconsciente, es una fuerza viva que impulsa todos los quehaceres. No es una masa que se pueda manosear al antojo o arbitrio de los gobernantes de turnos. Por lo que su participación, en este proceso, es de vital importancia. Por ahora, la opinión de la mayoría, solo se traduce al comentario y al grito de ventanales. El presidente no tiene tiempo de escuchar al pueblo, hay intereses mayores que concretar, como acuerdos económicos, convenios culturales y de asistencia tecnológica.
Preg. El país crece en forma sostenida y es una verdad que las demás naciones alaban. ¿Cuál es su visión personal, no como presidente, sino como persona ajena de títulos y autoridad, sobre crecimiento económico de la nación?
Resp. La economía de mercado, la compra y venta de los distintos productos necesarios que el pueblo necesita, están en las estanterías de muchos de los países europeos y asiáticos, la generación de divisas es enorme en cada caso. Los empresarios de los distintos rubros deben estar orgullosos del trabajo que se realiza en cada empresa. Pero seamos claros, las divisas no llegan como beneficio a quienes las producen. Los trabajadores no perciben mayores recursos, no tiene mayores ni mejores ingresos. El valor económico se establece por la tenencia de dinero plástico, lo que a la larga no produce beneficios, ni estabilidad económica, ni social. En algo estamos de acuerdo. Se puede tener más de todo, incluso endeudamientos eternos y en eso hay una gran injusticia social. Es verdad, el país crece, pero cuidado…solo para algunos.
Preg. Como presidente elegido democráticamente, donde el pueblo manifestó su decisión de un modelo de gobierno ¿Qué opinión le merecen las encuestas que se relacionan con la popularidad o aceptación del gobernante?
Resp. La historia no presenta muchos casos de aceptación gubernamental, salvo aquellos casos donde el presidente de verdad ponga los intereses de los trabajadores en primer lugar. Muchos de los presidentes, por no decir todos, se preocupan más de su estabilidad política de su gobierno, de suscribir acuerdos y tratados, pero se olvidan de la creación de industrias o de implementar nuevas tecnologías en el campo de la agricultura, lo que obligaría a crear miles de empleos permanentes y mejor remunerados. Hace más de cincuenta años que no se crean industrias en el país, todas las iniciativas menores, mueren con el tiempo en la burocracia y en la competencia monopólica. Es cierto que el sector frutícola exporta millones de dólares al año, pero el pueblo o la gran mayoría de los chilenos, todavía no disfruta de los salmones del sur, ni de las ostras del norte, ni de las jugosas frutas de exportación que los temporeros recolectan cada año en pésimas condiciones laborales. ¿Cómo dice el refrán ese…? La caridad empieza …
Preg. Si, lo sé. Ejemmm. Para terminar esta inusual entrevista Presidente, hacer un llamado a la unión, a la concordancia, a poner fin a la odiosidad y actuar políticamente correcto, es tarea del que tenga la mayor investidura administrativa y política del momento y eso le corresponde a ud. ¿No le parece?
Resp. Desde mi posición, en el estado en que se encuentra el país, así como está la efervescencia en la cámara alta, con las patriadas de los ministros de economía, con la soberbia de la cartera de educación, con la salida de madre de la Intendenta de Concepción, con comunas acéfalas, reconstrucciones de mentira, la gigantesca inestabilidad de la Iglesia, con la concesión de las carreteras, la venta parcelada de nuestro patrimonio, la apropiación de playas públicas, el descontrol en los precios de los combustibles, acusaciones constitucionales, bonos de kriptonita y otras tantas etcéteras, un mensaje a la nación es absolutamente imprescindible. ¿Debo hacerlo yo? Considerando que solo soy un observador de la responsabilidad de los demás, y que mis palabras solo llegarán a las grandes masas, y que soy partidario de las libertades de expresión de todos los sectores, es posible que muchos de aquellos personajes de las cúpulas de gobierno hagan caso omiso de mi mensaje, porque están sordos, enceguecidos y hambrientos de poder. Ellos viven en las alturas y miran a la clase obrera y los empleados públicos, como seres menores que no necesitan el aire limpio para respirar, ni las áreas verdes para la recreación de sus hijos. Su espacio es más importante que el nuestro. Mi mensaje de unidad siempre ha estado latente en los corazones y en la mente de aquellos que de verdad velan por los intereses de las grandes masas. Hoy los celulares no nos permiten escuchar los ruegos del pueblo. No se escuchan los llantos infantiles, ni los lamentos de las dueñas de casas que viven igual que los pensionados, con mensualidades muy escuálidas. Mi mensaje está ahí, como siempre al oído de todos, incluso para ud. por si lo ha olvidado. ¿Lo recuerda? ¿No? Decía más o menos así…
…, el pueblo seguirá su ruta, seguirá el camino con la diferencia quizás que las cosas serán mucho más duras, mucho más violentas, porque será una lección objetiva muy clara para las masas de que esta gente no se detiene ante nada. Yo tenía contabilizada esta posibilidad, no la ofrezco ni la facilito. El proceso social no va a desaparecer porque desaparece un dirigente. Podrá demorarse, podrá prolongarse, pero a la postre no podrá detenerse. (...), permanezcan (…) en sus sitios de trabajo, que el (…) Presidente no abandonará a su pueblo ni su sitio de trabajo. Permaneceré aquí en La Moneda inclusive a costa de mi propia vida.
 (…)
(…) el metal tranquilo de mi voz ya no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la Patria.
P
reg. Me pareció una cierta emotividad en su voz. Si tuviera que hacer una crítica al Presidente ¿Cuál sería?
Resp. Esta nueva forma de gobernar, gobernar en la derecha. Gobernar desde cuatro paredes, con papel y lápiz es probable no sea la mejor forma de gobernar. Mi posición es que se debe estar permanentemente en contacto con la gente, saber lo que piensa, respira, come y por lo que llora. Por eso me gusta mi posición. No he perdido ni por un minuto mi compromiso de estar junto al pueblo. Como sea que lo piensen, vivo acrisolado en la mente de la gente. Nos vemos todos los días. Para otros, estoy en medio del pueblo, pero cercano a la Moneda.
Entrevistador: Con sus palabras me sentí muy cercano. Gracias señor Presidente.
Desde su esquina y, sin perder de vista su pueblo que camina en todas direcciones, me responde, como siempre lo supe.
Resp. Hasta siempre, compañero. Tengo fe en Chile y su destino.
Luis Muñoz C