sábado, 25 de abril de 2015

LOS INTELECTUALES EN LA LITERATURA

La literatura a nivel mundial está sumida en una falta de intelectuales cada vez más notoria y preocupante, pues la falta de un pensamiento crítico en los actuales escritores, es ausente y lo más preocupante es que esta corriente de escritores, con escasas excepciones, están preocupados de obtener notoriedad y ganancias económicas con libros de carácter festivo, recordatorios y de auto ayuda, como si todos fueran especialistas en temas de profunda reflexión personal. Hacen falta en este mundo tan desnudo de la crítica, de la conversación reflexiva, y de la generación de ideas globales, que tiendan a someter a los lectores a adoptar una conducta de compromiso social y revocar aquellas actitudes y conductas individualistas que hoy día no representan nada, aumentado la incertidumbre y el desconcierto en cuanto a las metas y destinos de las sociedades, tanto religiosas, filosóficas, económicas, ambientalistas, pro naturalistas, cientistas, etc.
Los intelectuales que podrían generan a través de la literatura un cambio de mentalidad en las personas que leen sus propuestas conscientes o incnscientes, son tan escasos que se podrían nombrar al menos dos o tres en la remota Europa. Byung- Chul Han y Sloterdijk, filósofos alemanes quienes categorizan al individuo preso de sí mismo y autoexplotado por las exigencias del éxito y el rendimiento en una sociedad cada vez más globalizada y tecnológica y consecuentemente con ello, dejamos la sensibilidad de las conversaciones, el intercambio de las palabras, la charla como método de ocupación social. Esta forma conversacional de pensamiento está en una suerte de proceso de extinción o al menos de escasez en el presente debido a una filosofía muy escolarizada o simplemente ausente en el ser humano común y corriente. Ante esto, la razón, tiene muy poca justificación.
La conversación, el arte de simplemente conversar, procurando que lo válido, lo justo, lo propio, lo genuino, lo verdadero se esclareciera desde ese ámbito, en cierto modo infinito, de la conversación. 

Ante la escasez de estos intelectuales y de las distancias que existen entre el mundo europeo y nuestro lejano territorio, se acentúan las distancias de apertura de pensamiento y de actitud frente a los nuevos acontecimientos que emanan de la globalización, y su perdida capacidad de reacción demandante ante nuestra propia destrucción. Sin duda alguna, somos la primera página de un libro que todavía no se a escrito, por falta de ideas y de pensamiento.



DIFICULTAD LITERARIA


A veces
es difícil tomar la pluma
y escribir algo que no te nace.
Es como caminar a ciegas
con los ojos abiertos.
Es como sentir situaciones inciertas.
En este estado de omniciencia,
tomo, suelto, devuelvo, hojeo, releo
y hago muchos intentos
con mis textos y lapiceros
pero se ocultan
como las palabras gruesas
del vocabulario añejo.
Trajinando mis aparejos
asociados a tanta agua dulce y salada,
recorro arenales y rocas,
cerros y sombras de avellanos
tratando de humedecer los recuerdos
y ordenar las palabras en vano intento.
Respiro profundo y me ahogo.
Camino en circulo y me mareo.
Opino de los recientes acontecimientos
y me siento extraño, fuera del tiesto.
Entonces descubro el porque me muero,
me falta el espacio abierto.
Caminos extensos.
Rios de aguas claras.
Bosques espesos de hojarasca.
Playas y arenas incontables y lejanas.
Liar tabaco.
Dibujar el suelo 
con una rama seca.




domingo, 12 de abril de 2015

MIS OJOS PUESTOS EN TI




EL VALLE DE EL RADAL (sector Siete tazas)



Lomatia hirsuta.jpg
           Radal                                  Flor                                        hoja


Su atractivo es indiscutible. Las múltiples razones por visitar esta área de reserva natural, son siempre un motivo de gran felicidad. Adentrarse por los caminos empedrados y recibir los aromas de los frutos silvestres, nos recuerdan las huertas caseras del patio de la casa. Más la vista se encarga de colorear tus palabras de satisfacción al presenciar el verde de los boldos, las faldas de los cerros de incansables trigales. El río te acompaña con un sonido fresco de inconfundible claridad. Como una dama ante su primer beso se escabulle por sinuosos caminos bordados de coligues y nativos vegetales. Su tierra negra da vida a caseríos llenos de tejas rojas, mientras las laderas de cerros amarillos entregan una colección de rocas inmensas, bautizadas como Pancho para la pata. El valle se vislumbra desde la altura, con su anillo de pinos centenarios, con su collar de aguas encaminadas hacia el mar. El valle del Radal te acoge con premura y tibieza de amanecer. Las noches son espejos de estrellas y el silencio es atronador en tu pecho repleto de pasividad. Hasta los grillos se encandilan bajo ese diluvio de luces que titilan tan distantes. En sus tierras llenas avellanos he dejado mis pasos de inquietante mozuelo y me he traído desde allá, la humedad de mis ojos, el gozo de la libertad en arboledas y las palabras sabias de un pescador. Radal encierra los misterios de cientos de familias que han llorado sus penas y celebrados sus aciertos. Las penas enterradas ahogan sus gritos bajo las rocas o se perdieron sepultadas bajo el caudal de río helado. Las alegrías se multiplican como el robledal, sonrojado y oloroso bebiéndose el tiempo para volver a tenerte, en el mes de Enero o Febrero. Radal tierra espiritual. Camino de verdad. Palabra de eternidad. Silencio y equilibrio natural. Tierra fecunda en mi te has de quedar.







 Indicaciones escritas en madera nativa.

Camino precordillerano
Puente sobre el Rio Claro

Robles rojos precordilleranos

Una noche en Radal

RADAL


Internado entre las cimas de los cerros 
o bebiendo las aguas de los deshielo, 
se aferra al tiempo y sus inclemencias,
El Radal y sus múltiples reverencias. 
Cuna de pájaros chillones, 
junto a los robles se debate, 
este árbol de origen virginal. 

El Radal, como ser vegetal 
se desparrama entre litres, cedros y los robles. 
Su figura menguada establece colorido 
a través de su follaje. 
Su vestidura suave 
se confunde con el aroma de la hierba dulce 
sentada en las riveras del río y sus acordes. 
Sus ramas frágiles 
se expanden a sus anchas, 
como reclamando el derecho 
a utilizar su nombre 
al valle que descansa
a los pies de los pacientes descabezados. 

Radal, lugar rodeado de cerros 
donde los avellanos colorean sus vestiduras 
en señal de respeto milenario. 
Radal, donde se bañan los colihues y boldos 
a toda hora en ríos tibios con olores a maqui 
y gente, que disfruta en sus extensos brazos cristalinos.

Siete misterios tan serenos y tan eternos, 
se forjaron en el tiempo 
tomando cuerpo de roca, 
donde anidan las torcazas 
y los misterios de zona. 
Radal de pocas y viejas casas 
guardan sus aguas en rocas petrificadas 
en reconocidas siete tazas.

Serpenteando los caminos 
entre Enero y Febrero 
se asienta la población 
al igual que las abejas 
a libar de tus virtudes 
de rocas y agua termal. 
Radal entre hojas verdes y cristalinas, 
se vate tu historia de zorros, 
pudues y tricahues. 
Puentes viejos que se cimbrearon 
en la fuerza de las aguas de invierno. 
Vigilantes de tus reductos, 
un cerro altivo nos bendice 
como un cura a sus feligreses. 
Radal con venas de trumao, 
el tiempo nos visita 
dejando huellas acaloradas 
en cada roca que se resguarda 
a la sombra de tu nombre vegetal.





miércoles, 8 de abril de 2015

EL DRAMA, TIENE HISTORIA


BUSCANDO RESPONSABILIDADES



Todavía duelen las imágenes del drama del norte de nuestro país y la verdad que buscar culpables, como siempre es nuestra costumbre, no vale la pena pues la naturaleza no consulta ni se queja por la usurpación de su libertad de expresión, aunque esta suela tardar años, sabemos por otras experiencias que los causes de los ríos, las crecidas debido a las lluvias, los desvíos o los pseudos diques por acumulación de basura, volverán su curso natural. Tal vez una de las razones que debiéramos tomar en cuenta, sea la de pensar con más criterio todas aquellas construcciones en las riberas, en las faldas de los cerros por necesidad y no por una de criterio profesional o estudio medioambiental. Es cierto que todo asentamiento ya está, pero deberíamos advertir a las autoridades de los riesgos a futuro que está sometida la población. Todo el mundo puede opinar con respecto a esto, pues estoy casi seguro en todas las regiones y comunidades de nuestro país se han producido este tipo de drama una y otra vez. La experiencia no nos aporta nada, ni tampoco somos capaces de ver ni de aprender de nuestros propios errores. Existen poblados, sectores en Santiago, varias regiones que se inundan bajo la lluvia y uno de ellos en nuestra localidad de Lontué. Varias veces hemos sufrido la crecida del río del mismo nombre, y siempre el agua termina por la calle principal, pues en un tiempo fue su curso normal. De ninguna manera se moverá la población con sus casa y sus gente, lo mismo sucederá en otras localidades afectadas, no habrá cambios. Chaiten, Dichato, la Isla Orrego en Constitución, la reserva forestal en Radal, el canal Las Perdices en Peñalolen, son algunas de las zonas afectadas y vueltas a ser reconstruidas y remodeladas, aún con ciertas consideraciones de expertos en riesgos ambientales y otras con la abierta posibilidad de cambiar esas comunidades a lugares más seguros, de acuerdo a los estudios realizados. Pero ahí está nuestra tozudez y también nuestras penas y dolores. Nuestras pérdidas y clamores.



Lontué Inundado
Lontué inundado
Resultado de imagen para copiapo inundado
Copiapo
Resultado de imagen para chaiten inundado
Chaiten
   

Ante esto, mi clamor es también sencillo.

Yo se que el agua es libre
y que vaga desde la codillera al mar
y que por entre las maderas y los plantíos
se convierte en sustento
y aún que tardo es el brazo recolector
su cristalina presencia
se pierde en secretos pasadizos
dejando su humedad festiva
enterrada en la tierra
hasta renacer en una vertiente pura
olorosa de berros
en batientes alas de insectos
antes de llegar al cielo
para su transformación de nubes
con formas de corderos
y convertirse con el tiempo
en aguacero y de nuevo
retornar al suelo
para seguir su camino eterno.
y sin embargo,
encadenado a las riberas
a las rocas
a las arenas de mi playa
llora su despertar.