lunes, 6 de enero de 2014

COMUNISTAS


Un homenaje a los hombres que forjaron las raíces sindicales, cuyos cuerpos descansan en los suelos de mi patria, siendo parte de la historia tan nombrada de Arica a Magallanes. Tan perseguidos sus pensamientos, tan golpeados sus cuerpos, que aún derramando su poca sangre son columnatas en esta joven patria. Como la roca dura del desierto, como la roca dura de nuestro mar austral el pensamiento comunista, es la columna vertebral de la política sindical.

Luis Emilio Recabarren
Elías Laferte
Violeta Parra
Pablo Neruda




Victor Jara
Salvador Allende











SOMOS LA ROCA DURA





Viviendo en países distintos
 

arropados por el odio 
 

y levantando armas 
 

como baluartes libertarios, 

 
vamos lavando heridas


con la roja sangre del caído.



Mataste, torturaste y


desaparecieron los cimientos


de la democracia


enterrados en la arena del desierto,


donde sobre vuelan


las sombras de los cuervos.



Suenan las medallas


en los pechos henchidos de soberbia


y relucen los sables que hieren el aire


que respiran los silentes cuerpos  

tendidos en la arena ardiente.


Nadie llora su suerte


la cobardía castrense se levantó


contra los derechos del poblado.



Ser comunista, minero o campesino


es tener sellada la muerte


con el pecho abierto


por la metralla


por la mano atera


del uniforme reluciente.




Tanto la arena ardiente


como la frágil marea


guardan secretos de ojos vendados.


La oscuridad es para todos;
l

los unos ocultan sus pecados


para escapar de la sangre


que baña su conciencia.


Los otros,
l
l
lloran sus sueños destrozados


a la luz de una vela.



El silencio es tan doloroso
c

cuando nadie da respuesta,


que la hierba crece en protesta


por los cuerpos tan ausentes.



Hay tumbas vacías, corazones rotos.


Hay sollozos incansables, silencios culpables.


Hay inocentes calcinados, civiles asolapados.
 

Hay gritos proletarios, utopías militares.



Vivimos en países distintos


y lloramos las mismas penas.


Somos los de siempre,
l
l
os que sembramos la tierra con nuestras manos


y ahora con nuestros cuerpos destrozados.


Somos la roca dura del desierto. 
 

Somos la palabra verdadera.


Somos comunistas,


columnistas y hacedores de patrias nuevas




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