sábado, 8 de febrero de 2025

TAMBIEN SE MUERE EL TIEMPO

 

HORAS MUERTAS



Las tres de la tarde de verano. El aire se conserva claro, ligeramente movido por la brisa de la cordillera, presente siempre, con su aliento fresco, en todas las estaciones. Pero el gran sol todo lo domina. En esta hora se advierte la ausencia de realismo y la sinfonía del juicio multicolor de su gente, es la verdadera hora absoluta, comienzo de la tarde y se respira plenamente la fascinación de la provincia, el encanto que se derrama por todas las calles de mi vieja residencia y acaricia las antiguas fachadas somnolientas de las casas, y pasa por las cuadras en donde todavía no florecen las sonrisas femeninas. Sobre la gran 7 de abril flota un letargo, un letargo tedioso y banal de pueblo sin estridencias, más también sin el menor encanto. La fuerza del sol aplasta la coquetería de la gran arteria atestada de comercio. A esta hora hay que buscar en otra parte el alma del pueblo.

En este soleado silencio de las primeras horas de la tarde encontramos el sentido tradicional e inconfundible de LONTUE, de tierras bajas, de lo absoluto. Atardecida embriaguez de sol, de calor, de silencio, de abandono. Almacenes pequeños, semi desérticos. Alguien medita frente a un vaso. Verdulerias sin puertas dejan ver hileras de frutas y verduras como dentaduras multicolores, que no ríen, duermen.

La sombra de las casas es de una luminosa transparencia rojiza que al reflejo del sol sobre los vidrios se torna aún mas clara. El aire, no obstante el aire es limpio: un aire vivo, pero inmóvil, ya que la mano férrea del sol lo mantiene quieto. Pero al atardecer, la tensión de la atmósfera se refleja, entonces si se agita el aire, y coquetea, y hace murmurar las hojas de las acacias y abre blusitas blancas de las inquietas muchachitas.

Los comercios permanecen cerrados durante muchas horas. En los escaparates, envueltos en una luz cálida que la sombra roja atenúa un poco, yacen los objetos como petrificados y engomados. Algunos exóticos y brillantes automóviles parecen ser definitivamente abandonados a lo largo de las aceras, cuál casitas deshabitadas. Estas son las que, literalmente llamamos “horas muertas”. Pero por debajo de ellas, se siente el latido vital de una vena. Las pocas personas que pasan por la calle parecen retardar el paso de la vida, aunque quizás, son los que la anticipan: muchachas que charlan en voz baja, un grupo de obreros, una vieja señora que busca lo que acaso en su vida, jamás logro encontrar….. vivos fantasmas de las horas dormidas de mi pueblo.

Todo se abstrae de una maravillosa pureza y silencio de las calles de esta vieja comunidad, amarillenta, grisácea, de arquitectura inexpresiva, en la cual de tanto en tanto se entromete aquí y allá un pesadísimo barroco de iglesia. Pero estas callejas, nos ofrecen el sentido estático, casi heráldico, de la vida, y estas horas muertas son como la boca cerrada de un rostro que piensa, que acaso duerma, que también sueña.








jueves, 21 de noviembre de 2024

POBLADOS CON SU SONRISA


 

POBLADOS QUE SONRÍEN


Al pasar de los años, los territorios van cambiando y así como la gente, la geografía y el espíritu del pueblo, se ve remecido por las contingencias. Después de los desastres naturales, dramas políticos, crisis económicas, la población se sacude la pobreza y se opone al abandono de la tierra. Se levantan nuevas estructuras, se inician visiones artísticas y aparecen los héroes sembrando el amor con su poesía. La historia nos enseña que después de las grandes crisis, emergen desde la desgracia los músicos, los pintores, literatos, pensadores y poetas. Se construyen casas y edificios con visión de futuro pegado a sus ladrillos. Las vidrieras muestran colores nuevos y la acostumbrada parsimonia de la pobreza se ocupa, se entierra y se constituye en la base de la sonrisa del poblado. Una nueva mentalidad, una fortaleza que aparece desde el fondo de la naturaleza humana, se comunica y se entusiasma con el amor. Lamentablemente para que hayan cambios tan evidentes, necesitamos una catástrofe para que aparezca la razón. Las ciudades sonríen, cuando las pintamos con amor



Dicen, también que después de los desastres, los hombres se vuelve mas buenos, mejores. Lo cierto es que después de tanto drama, de tanto odio…...broto sincero en los corazones, y sin trabas, un anhelo de paz, de seguridad, de amor. La vuelta a la vida, fue la vuelta de los poetas y a las viejas leyendas. Incluso los que quedaron lejos de las contiendas, sintieron el poderoso llamado sediento de belleza. Sin la madre de las uvas, se pidió la ebriedad musical que les permitiera olvidar, llenando las calles de una muchedumbre pintoresca y colorida. Una plaza recobro la fascinación tentadora de los domingos y bailaron y cantaron en un pueblo donde las muchachas son lindas y su rio en verano, se hace perezoso. También las palomas volvieron y la plazoleta toda sol, toda sombra, sintió un aleteo de blancas plumas. Como siempre, las palomas, fieles y viejos mensajeros del amor, pararon sobre la torre de la iglesia. Esto comprendieron los hombres. Y se propusieron conservar aquella bondad que había vuelto como el sol después del huracán y con ellos sonrieron los poblados, escondiendo las heridas. Para comprender su canto hay que tener un alma gentil, pero para recibir la enseñanza se precisa desgraciadamente un cambio radical.

Hoy, somos participe de un nuevo proyecto social, la bondad permita a la nueva 

autoridad, Alcalde Sr. Felipe Méndez dar pasos de luces y devolverle la sonrisa a 

mi pueblo.


domingo, 10 de noviembre de 2024

MUJERES EN MI PUEBLO

 TODAS ELLAS

 

Nadie podría afirmar en conciencia, que conoce a Lontué. Si no va de fondo en el alma de sus mujeres. Ellas constituyen el elemento vital, rico en matices y ofrecen un cauce fecundo y generoso para descifrar el enigma de su personalidad que lleva por todos los caminos del mundo, la simiente de su propio ser. Ellas, han contribuido en las bases de un pueblo, lo suficientemente fuerte y poderoso, para resistir las pasiones, de los ideales contradictorios y siempre exaltados de los hombres. Se ha dicho que la mujer es poderosa, poderosa en tierra de hombres furiosamente soñadores.

¿De donde le viene ese poderío?

Del equilibrio de todas sus facultades. Es soñadora y practica.

Su sentido práctico de la vida le pone limites a todos los excesos. Pues, donde hace falta la fortaleza o la entrega de la propia vida, allí está el hombre. Pero ese mismo exceso vital, les resta capacidad para ordenar prácticamente su vida. Su salvación, esta en la mujer, por mal que le pese. Allí esta la mujer de nuevo, que menos alucinada por el espejismo de glorias pasajeras, trabaja paciente y ordenadamente, por mantener la armonía dentro del hogar. Todo esto, haciendo gala de su recato y modestia.

Mas femenina que feminista, ha logrado conservar los atributos de su personalidad. En estos tiempos modernos en que todo amenaza diluirse en el individualismo, ella unifica a los hombres. También ha salido a la calle en uso de su derecho, ha ganado el aula, la cátedra,la medicina, la política y sabe que, ya la vida es difícil, que no puede improvisar y consciente de su papel como uno de los dos elementos en que se funda todo el sistema social, se prepara para intervenir en nuevas luchas, todas ellas pacíficas y tendientes a cimentar las bases de una armonía mas justa y mas perdurable.. ella, se suma, con entusiasmo y optimismo, a la caravana de luchadores, pero esa diminuta gota de sangre que aún corre por su venas, la lleva, al final de la jornada a recluirse voluntariamente, en la tibieza hogareña, donde le esperan los pequeños detalles domésticos, y no le molesta el cansancio, a la hora del eterno dialogo con el amor.

Sin aspirar a títulos o coronas que la gloria les reserva a los héroes, ellas van forjando en jornadas sin interrupción, el patrimonio local. Desde la intimidad del hogar, cumplen a consciencia con sus vocaciones de artistas, literatas, periodistas, profesoras y madres, pero como no han perdido el buen gusto y el talento, no han dejado de ser mujeres con todas sus virtudes y defectos. Cuidan la familia, el huerto y el mañana con amorosa solicitud. La familia, que es la primera célula social. El huerto, que es el menudo trabajo sin brillo ni relumbre y, el mañana que está en la incógnita de sus hijos.

Si tu abuela, tu madre o tu vecina están por ahí, dale un abrazo, un beso. Sonríeles, ellas son la vida misma de tu querido pueblo.

Ella, mi madre, hubiera querido que nombrara a toadas las de mi población, pero consciente de mi mezquino corazón, les reservo un espacio permanente en la memoria, porque la vida me vio crecer al lado de todas ellas.

martes, 29 de octubre de 2024

NUESTRA MEMORIA. PATRIMONIO ORAL.


 

 LA MEMORIA NO ESTÁ EN LOS PAPELES

 

                            Cuando no podemos expresarnos de la mejor manera por medio de lo escrito, o cuando no bastan las imágenes, es la memoria la mejor expresión para relatar la historia.

¿Esta escrito? Claro que esta escrito. Aquí, en la cabeza. Esta escrito en tu boca, en tus pasos, en tu corazón. Pero hay una fuente que no se puede tocar, y es la lengua, es la palabra. LONTUE; esta palabra no esta en el diccionario. Desconocido. Viene de lo prohibido. De lo arcano. Del tiempo cuando apenas era tiempo. Hay definiciones que se visten de mapuches, araucanos, indígenas. Pero, su significado tiene traje, traje de la pureza, de la valentía, del guerrero, de la naturaleza, de huaso de la alegría. Viene de lo festivo, de indio guerrero, embriaguez y celebración. Hay palabras huérfanas en el diccionario y la mas huérfana de todas es, Lontue. Si te quitan lo material, eres un pobre. Pero, cuando te quitan lo material y lo inmaterial que tienes y lo que eras, estas perdido. Cuando dejas de ser quien has sido siempre. Cuando lo has perdido todo y te conviertes en un marginado, en un excluido, entonces te conviertes en un hombre de cooperativa.

Se lamenta lo perdido que no era el arte, era la persona el excluido, el marginado, por eso una de las grandes huellas no esta tanto en la palabra, si no en la forma de pronunciar y escribirla. Aprendimos el castellano utilizando los sonidos que habitaban en nuestra garganta. Eso explica la diferencia al expresarnos ¿Que te pueden quitar para que dejes de ser tu? La única manera de dejar ser tu, es quitándote la memoria. Mirarte al espejo y no reconocerte, como sucede con la enfermedad del alzheimer. Eso le pasa a las personas y le pasa a los pueblos que no se reconocen. Lontue es reconocido así, por su memoria sensorial, es único en el mundo y, no se reconocen en el espejo. No por eso esta perdido. Créanme, que siento lo perdido aquí, en mi cuerpo, como un nervio en movimiento y a pesar de que, nos han destruido, destruido nuestras piedras y expulsado a nuestros antepasados, que quemaron nuestros escritos en la plaza, a pesar de amontonar nuestros recuerdos, siguen habiendo espasmos de la memoria que se conservan dentro de nuestro corazón, dentro de la memoria sensorial, en lo que hablamos, en lo que oímos y eso es la prueba de lo que somos y ahí esta escrito. Somos lontueninos.


miércoles, 2 de octubre de 2024

PUEBLO. ANTES DE QUE ME HABLARAS.

 LA POESÍA. PARA ENTENDER

Homenaje a Pablo de Rokha
Radal. Río Claro.



 

 

 

 

 

 

Por muchas razones vaciamos la copa de vino sobre la mesa y manifestamos alegrías contenidas. El vino en la tierra, se absorbe y nos lamentamos por la pérdida. Estas dos situaciones tan disimiles, nos enfrenta con nuestro pensamiento. La copa no existiría sin su contenido y la tierra, solo se bebe, lo que de su cuerpo se ha extraído.

Pienso ahora en la poesía.

¿Porque es tan difícil beber su contenido?

La poesía es extraña, tal como las mismas personas. La poesía es un compendio de cosas difíciles, dolores y ectasis. La poesía por si sola no existe, por eso se relaciona con el amor, con los sentimientos mas puros del ser humano. Al igual que la copa de vino, el poeta vacía el contenido de su corazón, de su alma, con el consabido riesgo de perderla y transitar por el borde de la locura y el desenfreno. La poesía, no son solo versos bonitos y estremecedores, que de vez en cuando, te tocan las fibras de la sensibilidad, por unos segundos o minutos. La poesía te puede cambiar la forma y la manera de mirar el mundo. A las personas, a la naturaleza toda. El poeta menciona todo en sus letras y todo lo convierte en sutileza, es sublime, suaviza hasta los pliegues de las piedras. Viven en mundos distintos, pero con las mismas cosas y elementos habituales de nosotros. La poesía, es todo lo que tenemos a disposición y, como el vino derramado en la tierra, se recompone así misma cada vez que las desprecias, te equivocas o tropiezas. La poesía viaja por las extensiones de tu piel y cuando miras una flor, el vuelo de un ave, un animal en el bosque, un atardecer y las estrellas apunto de iluminarse, es que la poesía, quiere hablarte y hacerse notar. Ese niño que sufre, la madre floreciendo del embarazo, un abuelo con su nieto y el agua, con su música de viento, te pide que la asistas, que la acompañes, que con todos ellos florezcas, porque la poesía es eso, la vida misma, que te pide que la entiendas. Que la asistas.

 

Punta de Tralca
Durazno en flor



 

 

 

 

ANTES DE QUE ME HABLARAS


Soy un pueblo viejo

sumido entre los escombros nuevos.

Desmembrado por los que se han ido

y de los que se llevaron el perfumes

de mis ramas a otras regiones. Lejos.

Ahora mismo, se duermen callados

los que me plantaron el nombre,

los que me hablaron de sueños

a la luz de los luceros.

Alguien, a quien no conozco

se instalo a mi lado y me quito la voz.

Hay tierra en mis zapatos sin poderlas sacudir

y acumulo olvido en mis manos

sin querer dejarte partir.


Como todos los viejos

he perdido mi sana estructura

y tus canciones de cuna.

Cambiaron mis raíces por fierros oxidados

y mi extensa mirada hoy, se ve atrapada

en exposiciones de plaza y conversaciones

raras, sin ecos. Llenas de distancia.

Al igual que toda la gente

también extraño mi vieja estampa

de pueblo embriagado de tardes

y noches de velas, luces de plata,

serenas familias. Completas.


Mis ojos son extraños cuando quiero abrazarte,

huyes por entre los techos de las poblaciones

y todo lo que eras en mi, hoy lo escribes,

lo pintas o lo escondes.

Soy mil caras y ninguna es la mía.

A veces solo palabras, otras, fotografías.

Una vez tragedia y muchas veces fui penas,

largas y oscuras penas.


Soy un pueblo viejo

con palabras y ritos desconocidos.

Son mas fuertes, pero les falta el permiso,

que otorga la naturaleza

cuando se asume el compromiso,

cuando se asume que la tierra,

gira en un solo sentido.

Cuando las calles florezcan,

porque así lo han querido,

ese árbol de yemas nuevas,

esos botones ansiosos de besarte

cuando llegas o te vas sin avisarme,

serán los que pongan los colores

a esos amaneceres

tan serenos y tan dulzones

como acostumbrabas verme.

Verde de cañas, verde de parras,

verde porfiada enredadera

a los pies de tu iglesia.


Como ejemplo te doy mis arco iris

a que los plantes donde hagan faltas.

Mi canto de grillos, mi música de agua.

Cuando vuelvas a mi calle larga

tendré una cara blanda de nativo,

esperando tu llegada para sembrar

lo que se llevaron y

que vuelvas a sonreír de nuevo,

como en los viejos tiempos.

Mucho antes de que me hablaras.








miércoles, 25 de septiembre de 2024

YO NO ESCRIBO. CONVERSO CON LAPICES Y CUADERNOS

 

SON OTROS LOS POETAS


Escribir, siempre lo intento y no es cosa que me nazca, siempre va conmigo. No tengo musa, menos experiencia, soy la lluvia suave y tibieza de septiembre. Nada permanente, soy una conversación ligera, un cigarro en su cenicero, una copa de brindis de cristales tan claros, como sereno. Mi pensamiento vuela y jamás lo contengo. Los he recuperado de entre los ladrillos de casas abandonadas, y de las calles y sus contiendas. Y sentado en las aceras en mi país de cuatro letras, reconozco sus poemas de niños y de tierras. Tal vez sea, socialmente pendenciero, porque lo que amé con esmero, ahora son recuerdos archivados en un texto. Soy un te quiero, uno de esos que se pegan a las cartas con aroma de un beso o como uno de los que tienes en las manos y luego, lo envías por el viento. Me han puesto riendas los prejuicios y las herejías de conventos. Soy el que quiere matar el tiempo y que nadie se pierda en una fosa o incinerario, para que las letras de sus nombres sean tapices, el abecedario de mi pueblo.


Soy amante de la luna, la misma que mira su figura en la superficie del agua, la que se pone roja cuando le recuerdo sus aventuras. Soy un lápiz delgado con mis manos de analfabeto. Soy un lágrima en un rostro mojado. Soy quien se cruza de brazos esperando la sonrisa de ese árbol enmarañado. Soy a quien espera ese cristo de la plaza, a que confiese mis pecados y se le hace muy larga la espera. No escribo poemas, ni siquiera sencillos sonetos, son otros los poetas. Jamás me desnudaría el alma por unas cuantas letras, si no siento lo que escribo. Yo no escribo, solo converso con mis lápices y mis cuadernos.


A veces y solo a veces recupero esos besos que deje volando en el aire, para que se anidaran en esas sombras que se confundían con tu pelo. Otras veces los rescataba de tus labios y se los depositaba a mi madre, en su corona de blancos cabellos.

domingo, 15 de septiembre de 2024

TRES ABRAZOS A MI PUEBLO


 

 

ESE LUGAR


Ese suave y delgado suspiro

del calor terrenal

que te hace seguir creciendo.

O esa sosegada oscuridad de atardecer

entre parrones nostálgicos.

En esa mirada turbia de los viejos

porque los ladrillos de las industrias

se le están yendo.

Ver en ese lugar,

como los pájaros migran

aún en extraños tiempos.

O esa risa de carnavales

que se desparramó por el asfalto

echo cientos de brazos poblacionales.

Solitarios y muchas veces disfrazado

de puntos cardinales,

los edificios ancestrales son

anclados en la mitad del cuerpo.

En ese lugar.

Dime si la frescura de la madrugada

no es igual a la sonrisa de la aurora.

O si la tarde no baila en la falda de la moza

que flamea como guirnalda de septiembre

en el verdes de los prados.

En ese lugar.

Acaso no te duermes con la certeza

de que mañana recibirás los mismos besos

claros del sol al medio día

y la misma luna,

te bañará de dulzura celeste

cuando asoma entre los árboles,

la iglesia y tu casa.

En ese lugar,

dime si las palabras y los recuerdos

no desnudan tus pies en la alfombra quieta

de un canal de azul sereno.

O si esos pasajes de blanco y negro

no te guardan secretos viejos o,

si ese lugar se pierde

entre los juguetes de tus nietos.

Ese lugar

que nos llena el alma de sollozos secos y

que sin nombrarlo se pinta de colores

y nos hace eternos,

por que se nos niega el olvidarlo.




ECOS DE UN RECUERDO



Casi un extraño fui entre tus casas y avenidas

las flores sin aromas, mustias y encadenadas

mojaban sus pies en un tiesto de malas aguas.

El tronco, el del corazón y la flecha, ya no estaba,


Fui preguntando a los viejos muros

que cobijaron tu espalda asombrada

que fue de tu sombra, de tu sonrisa

de tus carnavales de vinos y orujos.


Todos dijeron que los adelantos te llevaron

por otros caminos, otros senderos

en busca de tierra firme, como perdidos veleros

sin banderas, por aguas inquietas, te llevaron.


Nacieron los villorrios y los techos cubrieron el cielo

que antes eran de pájaros y de cometas

ahora son oscuros, de tinieblas densas

con inciertas lluvias, de certeras tormentas.


El frio no es de invierno, esta en las miradas perdidas

de los bicicleteros que corrían a la fabrica

en solitarios andenes, en los tragos amargos

de recordarte como la novia de noviembre.


Escucho voces en las grietas del poblado

¿serán los muertos viñedos ventilando sus quejas?

Ya no importan las ilusiones, tampoco del diario, las letras.

Voy a beber el canto de una botella descorchada


para dejar de mirar como te alejas

como se desvanecen la figuras

de las reconocidas virtudes

que dieron nombre al lugar de mi estancia.

En aquellas tierras bajas

donde nacieron las tinajas

y los viejos sonrieron ebrios

de sol, de campanas y de tiempo.


Donde los rieles se volvieron esqueletos

y en corrales guardamos el moho de nuestro cuerpo.

Besando los manzanares descubrimos el cielo

y en los silos plateados, las semillas del pueblo.


Donde damas copleras hicieron

bailar las vihuelas junto a chilenazos

de voces tan claras como aquella estrella.

Hoy se plantan brazas y cenizas sin calor.


Casi un extraño, si no fuera por mis pasos

que aprendieron tus recovecos

siendo mozo en los brazos de San Pedro

como si mi madre fuera, ofreciendo sus pechos.


Todo recuerdo que florece en vertidas palabras

por inexperto bolígrafo, es de la misma madera

de todos los viejos que formaron tu nombre

con toneles, zunchos y duelas.



TIERRAS BAJAS



Tejida por unas manos diestras 

a la sombra de las viejas casas 

se encuentra una tierra dulzona de esteros, 

parques y parras, de dramas y mitos 

que se esconden allí, en tierras bajas.

Cuenta mi abuelo 

de llaverias y ruidos de labranza 

de rieles y vagones, de algarabía de estadio y teatro.

Hay racimos de madres y gajos traviesos por todas partes.

El cielo es azul como el agua del rio, 

los días amarillos y las noches de calma, haciéndose la dormida.

Los viejos tejen sueños por esa calle de luna.

Dicen que entre doce y una, 

transitan de punta a punta, 

unos hasta San Pedro, 

otros buscan su estrella y la Fortuna.

Tierras bajas es la patria de los que lloran, 

de los que te escriben, 

de los que te cantan, 

de los que te vieron en la Siete de Abril, 

cuando tu calle era agua.

Tierras bajas es poesía de pájaros, 

de arados y pañuelos.

Es canto de colores de adobes espesos, 

de metales y toneles añejos. 

Es un coro de cicutas y voces de galegas. 

De tinajas con olor a frutas del huerto, 

es lamento atesorado 

por los que se han ido al campo santo. 

Es danza de hojas, silbido de vientos. 

Es palabra añorada cuando se llora por ella.

Tengo una pausa en mi cuerpo y 

se llama nostalgia. 

Por esa mi casa, 

en tierras bajas.








TAMBIEN SE MUERE EL TIEMPO

  HORAS MUERTAS Las tres de la tarde de verano. El aire se conserva claro, ligeramente movido por la brisa de la cordillera, pres...