AUN QUEDAN RECUERDOS
1950 – 1960 en esos años era llamativo el tronar de la locomotora con esa humareda espesa que se metía por los recovecos de los bodegones y luego se perdía entre los arboles de un bosque pequeño y entre las palmeras de un parque centenario. Era llamativo el corretear las uvas en la infinidad de cuarteles de uvas, con sus cuerpo arrugado las parras se alineaban siempre de norte a sur. Cuarteles separados por tendidos eléctricos o por pequeños canales de riveras tapizadas de mimbres verdes y olorosos. Pequeños cuarteles de uvas a los pies de la iglesia, a los soleados chuicos de vino dulce, a los naranjales improvisadamente visitados. Eran llamativos esos camino entre ellos reverenciando las uvas amarillas, de las rosadas y de las rubias pequeñas. La uva negra. La uva coa, especial para el vino tinto oloroso y de gran cuerpo. Era llamativa la casa del zorro como atalaya de un vigía. También la otra casa, la de las encinas y portón de madera gruesa. Una veces desnudas las uvas. Otras vestidas de hojas como la Eva del paraíso. Otras veces, llenas de cristales jugosos, que jubilosos recogían los viñateros de aquellos tiempos.
Vino la gracia de la estabilidad social. Todo el mundo trabaja. Todos comparten y sonríen. Todos nos conocemos y nos saludamos. Todos conocimos el progreso.
Aquello que nos dio prestigio, reconocimiento y estabilidad a las familias de entonces, hoy, es un espejismo que desaparece tan pronto abres los ojos. Tantos patriarcas con laureles en sus hombros, nos privaron del rancho de las vendimias, del quejido de los durmientes, de la estrella solitaria. De las risas de los orujos. De los andenes visitados por el amor. Del tractor con su coloso chorreando jugo. De los pozos de molienda la misma uva. De la lagrimilla con harina tostada. De todo aquello que se te quedo pegado en una orilla del alma. Todo eso, se recogen a los cuarteles del olvido. ¡Viva el progreso!
Ahora buscamos la felicidad en unas cuantas tiendas o en un escenario lleno de luces, cables y musica estridente. Bien me parece. ¿ y cuanto duraran esas capsulas de felicidad? Aun sonrío cuando evocamos a LONTUE efervescente de felicidad.
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