COMO VAMOS CAMBIANDO

           LA CRISIS DE LA SENSIBILIDAD

       Los poderosos cinco sentidos humanos, se han perdido en las enmarañadas redes sociales, en el desarrollo de la biotecnología y los intereses mediáticos.
       

            Luis Muñoz C.
         lontuenino@gmail.com
          www.lontueypoetas.blogspot.com/.
             Sucedió. Sucede y sucederá. ¿Dónde? En nuestra sociedad.

Plantearemos tres cosas incuestionables que nos cuesta asumir y entender:

  a) El gran aumento de los casos de abusos a menores en los centros educacionales (más de una veintena de colegios investigados por los mismos hechos, solo en santiago)
  b) La nueva Ley Samudio y
  c) La pasividad de nuestro gobierno ante los casos de industrias o empresas que impactan el    equilibrio del medio ambiente y como consecuencia, el nefasto impacto humano que ocasionan.

                      Los casos se suman a la impotencia colectiva, a la desidia de las autoridades y a la incapacidad de legislar con visión de futuro, pues estamos cegados por las competencias monetarias, por logros económicos, por atesorar capitales, por enriquecimiento de cualquiera de las tres vías más conocidas;
                
                  1.- Negocios ilícitos
                  2.- Usurpación de terrenos y recursos naturales y
                  3.- Instalar empresas sin regulación de gran impacto medio   ambiental y humano.
       
        Ocurrió hace pocos años atrás y se mencionaron a ciertos connotados políticos entre las redes de la pedofilia. Bastaron unas cuantas declaraciones y el caso se cerró con un solo culpable. Luego, se desbarató una red de pedofilia con conexiones internacionales con apoyo de una investigación periodística. Resultado, un condenado a prisión. Lo concreto de estos casos es que, solo conmovieron a las autoridades por una semana y nada se hizo para que hoy, no estemos lamentando la serie de casos, por abusos de menores en las comunas del alto Santiago. En esto, no hay excepciones a la regla; tanto sacerdotes, monjas eclesiásticas, profesores, médicos, familiares cercanos, auxiliares de menores y otros. A todo nivel carecemos de lo vital. La sensibilidad humana.
        Y sobre lo mismo, vivimos el caso del malogrado joven Daniel Samudio, hace menos de un mes y mientras algunos terminaban de comentar lo conveniente de la nueva Ley Samudio, para exclusivamente terminar con la discriminación en todo ámbito y de la nada, aparece un grupo de desadaptados que golpea brutalmente, con intenciones homicidas, a una joven de tendencia lésbica. Obviamente las declaraciones no se hacen esperar y se apelan a todos los valores humanos; la espiritualidad, la conciencia, la tolerancia y la capacidad de empatía. ¿?
        Se escuchan los tambores de guerra en las esferas políticas y ministeriales pero, nuestra selva es tan inmensa y exuberante, que ahoga los sonidos y los reclamos, para el placebo de sus ejecutores.
        Nuestra sociedad, sin cuestionamiento alguno, está en crisis. Crisis de valores y principios humanos. Nuestro hombre actual, amplió sus horizontes. Tiene otra mirada y se manifiesta de forma muy acorde con lo que ve, tiene y maneja. Y eso es, libertad para hacer, decir y tomar todo aquello a su alcance. Sin importar si ofende o si está permitido hacer lo que hace. Si tiene dueño o autorización o no lo tiene para construir, instalar, vender o arrendar propiedades, terrenos, lugares, recursos naturales, pisotear comunidades, personas y familias donde sea. Insensibilidad omnisciega.
        Es irrisorio lo que nos está pasando. El abuso en todo ámbito es colosal; las farmacias coludidas, el perdonazo a la comercial Johnson, las avícolas, el lucro a las  Universidades vetado por los senadores, el sueldo mínimo. La suma sigue con la atrocidad de la nueva ley de pesca. Todo está legalmente en manos de los pudientes. El dinero hace la gran diferencia, pero también la desfachatez, el descriterio, el matonaje y la brutalidad. Después de la dictadura, todos queríamos y pensábamos  en el fin de los abusos y de los atropellos. A la luz de la conciencia humana, social  colectiva e internacional quedarían enterrados, para dar paso a la consigna que nos identificaría con el correr de los años;” para que nunca más, para que nunca más se vuelvan a repetir los hechos ocurridos.”
        Pero, con el nuevo gobierno y su nueva forma de gobernar, inventó una nueva y atroz forma de tortura; la de negarte todo. Ya no es herir tu cuerpo, tu carne y derramar tu sangre. Esta forma de torturar es peor, te socava la voluntad de trabajar, te minimiza en tus derechos, te ahoga económicamente, coarta el futuro de tus hijos, te quita el aire y te niega la sal. Te acongojas por la familia y su futuro y, sin darte cuenta, le regalas el tuyo a los grandes consorcios económicos llamados AFP, ISAPRES, EDUCACIÓN, BANCOS, VIVIENDA, ETC. No hemos vendido un país, se los regalamos a las mismas personas que crearon este nefasto, individualista, inhumano e insensible sistema económico que nos tiene sumido en la verdadera pobreza.(ver OPINION: GOBIERNO Y POBREZA. Edición Nº 47 junio – julio 2010 de EL DESPERTAR DE LONTUE). Las grandes empresas pueden contaminar sin normativa alguna. Los derechos de las personas y comunidades son pisoteados y ellos mismos apaleados como animales. No importan las enfermedades colectivas, ni las muertes de ancianos y niños causadas por sus desechos y relaves tóxicos. Grandes tomas de vías de tránsito colectivo en distintos puntos del país, no aminoran los efectos en el ambiente, ni en la condición humana. Grandes empresarios pudientes, no entienden la palabra sensibilidad. Tan pleno de sentidos que es el ser humano, y tan lejos de dominar la habilidad para manejarlos de la forma adecuada.
        Nada es más sano que ejercer nuestros derechos, y tenemos la clara posibilidad de hacerlo ahora ya, en las próximas elecciones. Actuemos con sensibilidad, hagamos sentir nuestro peso ciudadano, que se sienta el peso de nuestro voto, de nuestra opinión. No escondamos nuestro dolor por los fracasos, somos humanos y tenemos que poner a prueba todos nuestros sentidos para socializar con los demás, para los demás y por los de más, pues el futuro, depende exclusivamente de lo que nosotros hagamos como comunidad. Solo así, podremos cambiar un gobierno y una sociedad enclaustrada en si mismo. Siendo mejores personas cada día, fomentando la unión y la fortalezas humanas. Somos los únicos capaces de cambiar este mundo y de sus atrocidades mediante una sola práctica humana factible e irrenunciable. Tu voto. Tu voto sensible y sincero. Solo eso, tu voto.