LONTUE

LONTUE

 Bebí cada calle de su pobre empedrado
y me colgué de cada poste y su alumbrado,
solo para verte como serpenteabas
de viñas y parrones de frutos dorados.
Con una serie de brazos extendidos te deshojas,
como los cuadernos llenos de historias
 para remojarte los pies de vez en cuando en el Lontué.
Centinela de ventanas heridas son los solitarios edificios
con pies de rieles y locomotoras
con bodegas y corrales llenos de ausencia.
Una vía que siempre va en busca de su propia verdad,
como el quijote y sus molinos
sumida en la terquedad
de una comuna que se posterga a la verdad.
Te retratas en personas de mirada tranquila y humilde,
en mujeres morenas y alegres
 como las uvas de vides.
sin temor a que te olvide.
Eres una historia de viejos buenos y sanos
como las bicicletas de antaño camino de sus casas
con la tarea casi cumplida.
 Tierra dulce y mía.
Me duermo algunas horas con los ojos abiertos
para soñarte en los esteros y sonreírme a cada hora.
Dejo la palabra en tus labios de tierras bajas
y en tu gente de parras,
sabiendo que no soy en tí
el primer ausente.
Toda vez, me regreso con el alma vacía
 para llenarla de nuevo con el alma de los poetas
que se declaran cada día por un amor que no fue,
y que se queda por siempre, en Lontué.
Caserío a orillas de la vertebra nacional
te desgranas entre radales y arenas oscuras
como los trigales secanos,
como las uvas maduras.
Las estrellas son más numerosas arriba de los montes,
y hoy, te cubres de mantos verdes por las avenidas
mientras los prados pendientes de tus veredas
recogen saludos placebos y sonrientes.
Dando paso al progreso tramitas esperanzas sanas
arrodillados en el congreso.
No te apenes, pueblo mío
todo el tiempo herido no hará que sangres más
ni tu corazón perderá latidos a las miles negativas.
Serás como son las verdades una vez que han nacido,
no se olvidan, ni se quiebran.
Comarca de las uvas y de los caldos
que se riegan a diario por las mesas del país,
allí va inserto tu mensaje de cuna de valle de luna
de miles que reclaman la comuna.
Lontue, no desesperes todas las palabras,
todos los llantos todos los quejidos,
muestran a los poetas que ya salieron de sus nidos.
Hoy reclaman los espacios como cualquiera de los bien nacidos
al amparo de su trabajo de sus derechos,
de sus frutos de sus quejidos de sus muros.
Soy un pueblo a la vera del camino
que escribirá,cualquiera que sea
su propio destino.