NO CONFUNDIR; EXCELENCIA ACADEMICA CON SNED
Si el resultado es el mismo, no recorten mi
imaginación, ni mi creatividad.
Los profesores no
son una entidad educacional en si mismo. Las principales directrices
de un programa de educación de los establecimientos están
determinadas por las Unidades Técnicas y estas a su vez,por la
Dirección correspondiente. De allí se desprende toda la
responsabilidad de la educación impartida. La Excelencia Académica
(SNED; Sistema Nacional de Evaluación de los establecimientos) con
la cual algunos colegios son favorecidos, está vinculada con la
apreciación de los apoderados sobre el cuerpo docente, sobre el
liderazgo directivo y con la capacidad de superación en términos de
resultados (hoja de encuesta para los apoderados). Esta educación
mal entendida nos resta credibilidad, pues tal como dice la sigla, es
una medición al establecimiento en su conjunto y no a los docentes
implicados en la rendición del SIMCE. Todo el mundo puede opinar
con propósitos claros o simplemente, opina con un total
despropósito.
Los docentes, como
cualquier otra colegiatura, tiene diversidad de caracteres, niveles y
especialidades (como algunos gustan de llamarles habilidades y
destrezas). Pero existen otros índices que también influyen en los
resultados finales, como es el cambio generacional de los educandos.
La diversidad es respetable en todo ámbito y por la misma razón,
existen “curvas” o “medias estadísticas” que oscilan de un
año a otro en los resultados de los colegios sometidos al Simce. Sin
embargo, debemos analizar la brecha entre los colegios particulares,
subvencionados y municipales. El promedio o la media general en la
mencionada prueba, no han variado mucho a través de los años.
Comparativamente, no hay mucho que decir entre los 65 puntos de
diferencia entre los particulares y los subvencionados, ni los 29
puntos entre este último y los municipales. Pueden dar decenas de
recetas para mejorar la educación y si acaso alguna resultará, los
resultados los veremos en las próximas décadas sin ninguna duda.
Mientras tanto, lo más urgente y necesario, es valorizar al docente
en su entrega y respeto y retribuirles su enorme sacrificio y calidad
humana ante los mal intencionados embates de opinólogos y demases.
Con las dolencias
del sistema educacional y con medio país gritando por educación de
calidad, pareciera que la otrora “instrucción primaria” era más
acertada “preparando” niños para su integración social y
laboral. Hoy reciben gran cantidad de información y muchos se
pregunta ¿Y para qué? Si no saben que hacer con ella. Considerando
la violencia imperante, la falta de disciplina y la desesperanza al
final del ciclo, bien podríamos cambiar los términos “educación
de calidad” por la de “Instrucción y adquisición” de
herramientas, habilidades y destrezas en sus diferentes niveles;
básica, media y superior. ¿Y por que no? En opiniones y
gustos...... nada está escrito.

La excelencia académica no es un hábito, es una
consecuencia de un trabajo.

La excelencia académica no es un hábito, es una
consecuencia de un trabajo.
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