CARETAS
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Luis Muñoz hijo, Ricardo Lártiga, Luis Muñoz padre. Nada comparable a la lealtad de un hijo y un buen amigo. |
En definitiva,
capítulos como el que el país está presenciando, pueden explicar quizás por qué
estos dirigentes de la centroizquierda viven obsesionados en reafirmar cada día
su supuesta superioridad moral.
lontueypoetas.blogspot.com
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Hace un tiempo atrás se publicó en este mismo diario un
artículo, GOBIERNO Y POBREZA, donde ciertos comentarios reseñaban la calidad de
los representantes políticos de la oposición. No hay arrepentimiento, pero debo
reconocer que mi comentario debió ser, en ese momento, más amplio y
generalizado con respecto a la clase política. Muchas cosas se ocultan en las
estadísticas y, en la cara más visible de Chile, se ocultan hechos de gran
cuestionamiento público. La pena es tan grande que podría regar mi llanto, la
totalidad de las tierras nortinas, para levantar a los muertos que cayeron
creyendo lo mismo que creía yo cuando joven. En la lealtad política y de
partido. Durante años cierta cantidad de honorables políticos fueron
subvencionados en sus campañas
electorales por el señor Julio Ponce Lerou. Yerno de augusto Pinochet.
Tirano, torturador y xenófobo de los militantes del PC. y la Unidad popular.
Nos tuvo sometidos en dictadura y nos dejó una carta Constitucional que priva
de todos los derechos a los trabajadores y al pueblo. En definitiva, capítulos
como el que el país está presenciando, pueden explicar quizás por qué estos
dirigentes de la derecha política y centroizquierda, viven obsesionados en
reafirmar cada día su supuesta superioridad moral. Nadie se ha atrevido a
cuestionar el accionar de Ponce Lerou, todos de una u otra forma, tratan de
explicar lo inexplicable. Financió sus campañas, compró sus lealtades, sus
silencios y con ello afianzar su poderío económico. Contando con las ansias de
poder que caracteriza a los políticos de nuestro país, los sumió en la
vergüenza y la humillación. De esta inconfesable relación, de esta complicidad
y convicciones vendidas, aparecen las caretas que hoy visten los señores que
ayer eran férreos opositores al régimen
de Pinochet, en su mayoría dirigentes de izquierda; algunos de ellos incluso
padres, hijos, cónyuges de ejecutados políticos o detenidos desaparecidos,
terminaron igual cayendo en las redes de poder y encantamiento del yerno de su
verdugo. ¿Tan embriagador puede ser la obtención de poder, que puedes
vender el alma a tu propio verdugo?
Recuerdo una cinta;
Corazón valiente, donde… William Wallace, herido perseguía a su enemigo con el
propósito de eliminar a uno de los más grandes tiranos del pueblo escoces. Uno
de sus vasallos, vestido como caballero con reluciente yelmo, alzo su espada
para defender a su “señor”, pero la destreza de Wallace, le permitió tomarlo
por el cuello y despojándolo de su yelmo….se derrumbó su ánimo con una horrible
pena, un vacío inconmensurable y un dolor más grande que su herida, se albergó
en su pecho, al darse cuenta que era Bruce, un Noble que apoyaba su causa, su
ideal, su gran amigo. Había roto una promesa, su palabra de honor. La traición
no tenía explicación. Rendido por la desazón se preguntaba ¿Por qué?, ¿Por qué?
Quizás sin ambiciones individualistas y sin sus caretas, no
se habrían vendido, ni arrastrado a su opositor. No habrían manchado su cara.
No bastó la palabra empeñada al pueblo. Tampoco la historia de su partido, ni
el sacrificio, ni la sangre derramada. La careta oculta siniestras intenciones
pero, tarde o temprano la verdad sale a la luz y serían forzados a ocultarse unos
a otros. Pero lo cierto es que los lacayos de Ponce Lerou están siendo
desnudados por su propia miseria, exhibidos ante el país y ante la historia en
su debilidad más íntima. La auto-denigración pública, verse hoy forzados a este
patético ritual de falsedades, es la consumación de su entrega total en manos
de su secuestrador. De algún modo, quizá la gran revancha del cadáver de
Pinochet sobre sus víctimas, sea este enorme grado de lealtad e
incondicionalidad hacía uno de los más genuinos representantes de la dictadura
por la que fueron perseguidos. Esto explica el grado de deterioro político de
nuestro país. No estarán todos, pero varios lo están. ¿Por qué?
Seducidos por el poder, el
mismo poder que un día los humilló, denigró, a muchos les dio muerte y a
otros tanto los hizo desaparecer, les vendió a cada uno de los involucrados en
el caso SQM, una careta adecuada. Tengo la misma pregunta en mi interior ¿Por
qué?
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