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Luis Muñoz C. |
LA PALABRA CORRECTA
Aún no
encuentro la palabra adecuada para expresar o definir ciertas situaciones que
se manejan en los medios escritos y visuales; léase diarios y televisión. Desde
hace algún tiempo la prensa ha divulgado sutilmente ciertas noticias o
artículos con respecto a cuan felices somos, Santiago como una de las mejores
ciudades para vivir, el ascenso de los turistas por nuestro país, personas
plenamente desarrolladas en sus trabajos, el alza de los viajes al exterior, las
campañas de forestación entre otras. Sin embargo las más significativas se
dieron recientemente derivadas de las marchas por las AFP. Donde el señor
Piñera, creador de este actual sistema de pensiones, menciona los montos percibidos
de los cotizantes al final de un periodo. Seiscientos cincuenta mil pesos en
promedio los jubilados (¿?) sobre la marcha, semanas después aparece un nuevo
artículo con relación a los sueldos de los trabajadores; incremento de un 6% lo
que acredita un sueldo de 550,000 mil pesos promedio. (¿?)
La palabra en
cuestión, podría ser INFLUIR O
INFLUENCIAR. La pregunta sería ¿A quiénes queremos influenciar? o ¿Sobre
qué tema queremos influenciar por medio de los periódicos? ¿Es nuestro país la
maravilla de la zona americana? No se inquiete, pues hay varias acepciones para
la palabra influir o influenciar. He aquí las siguientes y por las cuales, mis
dudas en la selección correcta. Arrobar,
embriagar, pignorar, venderse, enloquecer, alienar, trastornarse, desatinar
chiflarse, desequilibrarse. Para
los efectos en cuestión, cualquier de ellas, tendrá el mismo resultado en los
lectores y en aquellos que se dejan influenciar por los comentarios de los
demás. Alejarnos de la realidad. Conformarnos en el silencio. Postergar
nuestras aspiraciones. Vivir como nos quieren hacer vivir. Medicados por el
aparato de propaganda masiva gubernamental. Las apariencias son engañosas,
manejadas al arbitrio. Nos quieren hacer creer que todo marcha sobre ruedas y
la realidad se cuestiona con las estadísticas. Hay marchas de protestas,
denuncias, inconformidad, desazón e inseguridad.
¿Entonces, que nos quieren
hacer creer?
¿Qué
las políticas de gobiernos son acertadas?
¿Qué
la justicia actúa en consecuencia a cada acto delictual?
¿Qué
los honorables son la clase social de los intocables?
¿Qué
todos los empresarios se pueden coludir para esquilmar a los usuarios?
¿Qué
los dirigentes o autoridades se pueden arrancar del país sin ser cuestionados?
¿Qué
podemos agotar nuestros recursos naturales en beneficio de unos pocos señores
pudientes?
¿Qué
podemos levantar edificios, represas, carreteras, metiéndose las ordenanzas al
bolsillo?
¿Qué
la distribución del parque automotriz no nos afecta en lo social, ambiental, ni
en la salud?
Tal vez tenemos el
síndrome del paciente inglés o tal vez, es demasiado tarde y terminaron por
idiotizarnos. Tal vez, yo me equivoque en la palabra correcta para este caso.
Tal vez, no sé.
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