LA COMUNIÓN ENTRE ELLOS
Por todas partes la naturaleza se manifiesta en colores, miniaturas de hierbas e insectos, como también enormes y colosales árboles. En todas partes, bajo el agua, en el desierto árido, incluso se aferra a la roca agrietada, resiste la fuerza del viento, el tormento de la marea y viaja incansable en el tiempo. Sin embargo, su esplendor, toda su magnitud está reflejada en sus flores y en sus frutos. En la sensibilidad capaz de motivar al hombre.
La creación de todas las artes, todos los talentos y capacidades son indudablemente, obra del gran Dios.
Por lo que con gran humildad y la imperfección manifiesta del ser humano, les dejo el siguiente testimonio brindado por la madre naturaleza.
MUERE UN CARDENAL
Al jardín llorando fue
tanto era su dolor
que el cardenal se quiso ocultar.
Una lágrima en su pétalo cayó
que al vegetal desde la raíz
le estremeció.
Tornase rojo
como los carrillos
de la niña en flor.
Su aroma le envió desde su pedestal,
la niña en calma tomo la flor
y un beso le entregó.
La llevó con ternura hasta su pecho
y allí entre suspiros y anhelos
murió la flor, en su ventanal.
FALTAN LOS CEREZOS
y tan evocador
se construye la aurora
de los cerezos en flor.
se cubre la tierra y todo su verdor
nacen los cerezos cual luceros
en medio del cielo y su arrebol.
en toda su extensión naciente
es el fruto del amor celeste
que en febrero nacen los cerezos.
aún están ausente
las aves y sus colores y
las flores de los cerezos.
HOY HE VISTO AL VIENTO
jugar entre las cañas
y por sobre el reflejo del agua
realiza un baile travieso.
en un sin fin de colores
la totora y su sombra verde
funde el paisaje como en una fragua.
mensajera de trinos azules
que de junco en junco
teje su pentagrama.
levantando la falda seca de la tierra
como láminas otoñal de los cerezos.
Hoy he visto el viento.
TODA PALABRA EN UNA MANO
y todo suspiro en la hoja muerta
como todo silencio en el junco
que se mece en laguna Torca
se confunde con el agua quieta
con silencios tan suaves
como aleteo de gaviota.
y los silencios de estrellas
se reflejan en esa laguna
vestida de juncos y colibrí.
nido de dulzura y cardas secas
Torca cabe en una mano
eres mi santuario, mi lejanía terca.
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