NOS NECESITAMOS TODOS
En estos momentos en que enfrentamos una dura prueba en que nos ha puesto la naturaleza, más que nunca debemos recurrir a nuestra entereza humana y a la solidaridad no para reponer las cosas materiales las cuales por razones lógicas se deteriorarán debido a los golpes o caídas. Sin mbargo, debemos mostrar mayor delicadeza en apoyar a las personas más necesitadas por su quebranto espiritual. Ante este cuadro nacional, las autoridades han dispuesto la ayuda necesaria en todos los sectores, pero concientes de las limitaciones de las vías comunicacionales tanto de movilización como de telecomunicaciones, somos nosotros los llamados a cooperar con nuestros vecinos amigos y parientes. Es cierto que debemos preocuparnos de nuestras familias y de nuestros enseres personales, pero dado el caso de personas que necesitan de nuestra atención, será un gesto humano muy valorable, el que también nos preocupemos del prójimo.
No es posible que nuevamente un tragedia tan dramática como la que sufrimos hoy nos haga aparecer y aflorar nuestro espíritu solidario. Debemos estar de píe, aún estando heridos para tender nuestra mano al más desvalido. Una mano generosa siempre estará dispuesta a socorrer a nuestra familia, por lo mismo debemos estar siempre atento a la solicitud de otro semejante que a lo mejor esté más apremiado que nosotros. Dios, no nos está poniendo a prueba en cuanto a nuestra fe y no estamos siendo castigados por nada. Solo estamos frente a la voluntad humana de sobre llevar nuestro propio destino y nuestro propio destino pone aprueba nuestra fe en el único ser más grandioso de la tierra, el ser humano.
Nos repondremos de esta, gracias a tu fe y al esfuerzo espiritual que cada uno sea capaz de dar.
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