Como sobre vivir al bullying en el trabajo.
se cree superior debido a la antigüedad laboral |
la opinión de los otros no es importante |
El
cambiar o traducir las palabras no quita, no minimiza, ni agiganta la forma de
su significado. La agresión hacia los demás es casi una norma en los espacios
que agrupan personas, estudiantes, obreros, oficinistas, clubes, asociaciones,
etc. Por siempre ha existido el abusador, ya sea de palabra o de hechos
físicos. A veces, esta agresión se manifiesta en la explotación del trabajador
y en las condiciones en las cuales realiza su actividad. Sea cualquiera de las
manifestaciones que presione a la persona en su espacio, es agresión. Hoy día
se denomina BULLYING.
Esta
conducta tan presente en los escolares se ha extendido a los espacios laborales
comunes, con insospechadas consecuencias en las personas. Los trastornos en las
conductas, en los rendimientos y en lo acertado de sus decisiones, provocan
inestabilidad emocional en los trabajadores. Para muchas personas ir al trabajo
cada día, suele ser bastante duro. Considerando las horas de viaje de un lugar
a otro, las incomodidades lógicas de las aglomeraciones, jefes gritones e
inconsecuentes. Cuando tiene que lidiar con un pelmazo en la oficina, puede ser
de verdad muy insoportable. Ciertos estudios documentan el daño que es
infligido por personas groseras, despreciativas e irresponsables, lo que
incluye ansiedad, depresión, insomnio y problemas cardiacos. Lo que es más, los
empleados que tienen que tratar con jefes y compañeros desagradables es menos
productivos y creativos y toman malas decisiones. La existencia de casos de
conductas poco probables en algunas personas de distintos estamentos de la
sociedad, nos pone en alerta en relación a los tratos que manifiestan algunas
personas en sus espacios de trabajo. La mala actitud también es contagiosa.
Combatir
a los abusadores no obstante, es un asunto arriesgado. Es molesto y quita
tiempo… los cretinos podrían ser más fuertes. ¿Qué hacer? Algunas sugerencias,
tal vez no las más adecuadas han sido propuestas en estas líneas.
1.-
Mantener distancia. Hacer caso omiso a sus insinuaciones y mantenerlo a
distancia real. No compartir todas sus salidas de madre.
2.-
Vaya más lento. No reaccione a sus comentarios de buenas a primera. Madure y
piense lo que podría contestar en estos casos. Considere el no contestar.
3.-
Alerta temprana. Preparar el ambiente cuando hagan presencia o saber la hora de
su arribo y prepararse anímicamente.
escuchar a los demás |
4.-
Mírelo de otra forma. Minimizar amenazas. Considere sus comentarios, como eso,
un comentario y nada más.
5.-
De enemigo a amigo. Si no puedes contra él, únetele. Adúlalo, reconoce sus
virtudes, sonríele. Hazlo tu amigo.
6.-
Mírese al espejo. Motivarlo a que se critique a sí mismo, que reconozca sus
méritos y defectos. Verse como los otros nos ven.
respeto hacia los demás |
ordenar con actitud no con prepotencia |
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