LOS JOVENES DE LONTUE SE MOVILIZAN

Gentileza de Renzo Olave.


¿Limpieza en general?



En Lontué suceden cosas. Para nadie es sorpresa lo que ocurre en esta localidad; por una parte las autoridades son realmente inficacez, negligentes e incapaces. Los proyectos que se levantaron para mejoras, fueron puras mentiras para postularse o mantenerse en sus puestos usufructando de los dineros de la comunidad. Solo son vistas en terreno para las fotografías o los desfiles, nunca para supervizar los trabajos de su dirigidos. Desmantelaron el estadio y lo convirtieron en basurero. Construyeron a medias un complejo deportivo(mediocre) con carencias de todo y, hoy se están robando lo poco y nada de sus instalaciones. Hacinaron un montón de estudiantes para levantar un colegio y al parecer no hay soluciones cercanas. Si somos capaces de pensar friamente las cosas, la comunidad tiene razón en las expresiones y en los tonos que las emite. Se sienten robados, engañados y postergados, no por situaciones simples, si no por que son cosas realmente graves e importantes. No estamos hablando de un área verde o luminaria. Estamos hablando de cientos de millones de pesos botados en una zona donde lo que más ha necesitado por años, precisamente son estos recursos. En una palabra, se los robaron por no tomar las decisiones precisas.
La otra cara de la medalla son las personas encargadas de las dirigencias de los núcleos sociales, junta de vecinos u otras organizaciones. En esta parte entran los concejales inoperantes y sin ningún peso político ni representativo. No fueron ni siquiera la voz del pueblo. Si no son capaces de ver las arbitrariedades contra nuestro pueblo, entonces no sirven en el cargo. Ellos debieron informar a la comunidad de estas falencias y solicitar informes más detallados de estas situaciones. Hoy estamos retrasados en casi 20 años por culpa de unos pocos, y por esos pocos, pagan todos los de Lontué.

Todos sabemos de estas irregularidades, entonces,

¿Qué hacemos?

Lo que están haciendo ahora. Revelarse. Protestar. Pedir cuentas. Hacer sentir la voz de todos. Negarse a ser arrastrados por bonos o cantos de sirenas.

Lo único que pido como lontuenino, es que seamos mejores que ellos en todo. Olvidemos las descalificaciones, los garabatos y las salidas de madre. De esta manera nos rebajamos y nos ponemos a su altura y nos embarramos con el mismo lodo de ellos.

¿Cuando seremos capaces de revertir esto?

Ahora. En las próximas elecciones y en las siguientes también.

Unámosnos de verdad. Hagamos sentir nuestra voz de descontento. No lloremos por lo perdido. Gritemos por lo que nos han robado y luchemos día a día por lo que es nuestro derecho.

Hoy están pasando cosas, cosas nuevas, ejemplos emblemáticos de que las cosas se pueden cambiar si hay una propuesta y personas que las lideren y, esto es lo que estamos viviendo ahora. La juventud de Lontué alzó los brazos buscando lo que tanto tiempo se les negó, la libertad de forjar su propio destino con trabajo, con esfuerzo y con la cooperación y la suma de las voluntades. Lo que no pudieron las autoridades, lo que no quisieron hacer, lo que el egoísmo y el revanchismo les ciega a la verdad, los jóvenes en pocas palabras lo resumieron; trabajo.
El trabajo engrandece a las personas, más todavía cuando estos jóvenes lo realizan por un bien común, en beneficio de la sociedad a la cual pertenecen. Son un ejemplo a imitar de forma clara y decisiva y, que fuerza a las autoridades y a nuestros representantes a tomar en serio a participación de los jóvenes en sus decisiones futuras. Pues ellos generan los cambios reales y necesarios para una sociedad actual. Hoy día sacaron el pasto de los prados y de las ciclovías de Lontué. Mañana ellos.... aún tienen la palabra y la fuerza.