martes, 31 de octubre de 2017

TE REGALO MIS POEMAS

SEÑORES DE PAPEL


¿Qué se espera de los poetas, aunque fueran obreros? 
Eran monstruos del egoísmo,
ciegos, sordos en la suerte del prójimo,
unos narcisos altaneros
hechizados con el sufrimiento
que se inventaban para poder contarlos.

A fin de cuenta son nuestros dolores
los que plasman en sus esquelas,
se mofan de las sirenas y alargan el tiempo.
Son escurridizos, traicioneros y
endemoniadamente mujeriegos.

¿Qué se espera de los poetas, aunque fueran carpinteros?
En ese estado usaron lacas
para dar brillo a las palabras,
a los puñales, a la desidia y a la amargura.
Señores con su cuello engrillado
por una corbata tosca y avergonzada.

Después de todo,
sus letras cubren espacios en armarios sin visitas.
Tienen vedadas sus casas
y acuden solo a los agasajos y ceremonias.

¿Qué se esperan de los poetas, aunque fueran buenas personas?
Sean ellos mensajeros de la ilusión,
del clarear de nuestras miradas, de la tibieza corporal. 
Poetas de palabras en dulce paladar.









AMNESIA


Como si fuera copa vacía
o tal vez palabra que salió de  mi boca
y perdió cuerpo en el silencio.
Total ausencia.

Es la culpa, la cobardía pueblerina
que me sume en el olvido
y ha dejado de dibujarte en volutas de cigarro.
Total inconciencia.

Sometidos por cadenas de impolutos versos
vago por la red social como si fuera virus.
Sin en nada acertar.
Total inocencia.

Recuerdo cúpulas elevadas al cielo
la fronda de tu pelo rizado
y tú figura áurea ¿enamorado?
Total amnesia.


Atreverse a escribir, es una posibilidad cierta de liberase de esas cadenas sociales y prejuiciosas que nos atan al silencio culpable. Escribir a modo de opinar, participar o criticar, nos hace visible y participes de una realidad ajena y a veces llena de una brutalidad que no representa nuestra condición de endeble humanidad.
Escribir es sanidad mental, es equilibrio emocional, es razonamiento. Por sobre todas las cosas, escribir, produce una cierta cantidad de millones de sinapsis cerebral, que mantiene la jovialidad, el espíritu constructivo. Por sobre todo, si escribes con sentido, trasmitiendo amor, sensibilidad, pasión, entrega, confianza, seguridad, entendimiento, comprensión y humanidad. Es decir tratar en construir un poeta dentro de ti. El resultado no lo veras en tiempo inmediato, pero los demás valorarán tu desempeño, tu entrega, tu esfuerzo.
Te regalo mi poesía. Como una forma simple de decir..... te quiero.

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