LA CATEDRAL DE LOS MUERTOS
A los desaparecidos en la batalla de Sigüenza
7 al 15 de 1936 Agosto. España
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Catedral de Sigüenza. Monumentos de Sigüenza |
Sigüenza es una hermosa ciudad medieval donde las piedras hablan de leyendas y tradiciones heredadas. La cultura se ha convertido en el agente dinamizador de la villa, convirtiéndola en un lugar mágico. Paseando por sus calles empedradas, el viajero se siente parte de la historia. Sus pasos le llevarán hasta la Catedral, imponente templo que recuerda a una fortaleza militar.
El Henares se tiñó de muertes
pacientes.
Mujeres que asumieron el corazón de
su patria
mientras la inconsciencia uniformada
pisoteaba la dignidad de España
doliente.
España contra España.
Hierro contra la voz que clama.
Sangre que ahoga las gargantas
libertarias.
Humo y vapores que ocultan la
catedral humana.
Guijón, Cataluña, Barcelona y hasta
Madrid
tiemblan sus suelos que cobijan
infantiles párpados caídos.
Se inundan las almas de toda España
con aromas de cedros floridos
con sus raíces cercenadas del vientre
de la tierra.
Brazos, corazones y conciencias
universales
se conjuran contra la barbarie franquista.
Se levantan los brazos familiares
como barricadas ante los fríos
metales.
Se ahogan las voces ante crecientes
metrallas
La tierra cobija la sangre que se
derrama.
La libertad se aprisiona bajo la bota
La hojarasca se desprendió de los
cuerpos mutilados
los adoquines temblaron de angustia
y los muros sorprendidos tapiaron los
ojos
ante la premura del lagrimal que
brota.
Entonces desde el cielo se bajó el
espanto
y con su manto de muerte
se presentó en la barriada y en la
puerta de Alcalá,
caen los baluartes para no levantarse
más.
Un coro de metralla marca la huella
para el exterminio del rojo clarear
del cielo.
¡Viva la España! ¡Viva la España!
Suena hasta el último rincón
el grito de esparza me llega al
corazón
y se planta con dolor en mi suelo.
Un millón y muchos más
visitan el heroico pedestal de la
inmortalidad
donde nadie pierde la esperanza bajo
la tierra.
Brotan los nardos a la vera del
camino
donde millares de ojos tiernos
sacuden su llanto
por el abrazo de la familia.
No hubo descanso para la garra
uniformada
que pisoteo hasta el último vestigio
de opositora libertad.
Los que quedaron destrozados fueron
enterrados
al igual que los muertos
para luego descubrirlos
y volver a rematarlos.
Nadie puede quejarse ni del abuso ni
del hambre.
Para ser Franco la muerte es casi
necesaria.
Una virtud que tiñe de rojo los
blasones.
Una actitud bendita de lucha por la
tan ansiada libertad.
Si mañana muero por la causa que los
demás mueren
habré aportado mi parte a la catedral que se levantó en Madrid.
Para ser Franco
los caídos en su
silencio sepulcral
le dieron sentido a la clase laboral.
EN
IGUALA
El Gobierno mexicano da por asesinados a los 43 normalistas. La confesión de un jefe sicario culmina la investigación.
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Desde de Iguala a Ayotzinapa |
Los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecieron en la noche del 26 de septiembre y la madrugada del 27 de 2014. ... Mientras viajaban de Iguala a Ayotzinapa, fueron confrontados por la policía municipal, que abrió fuego contra los autobuses en los que viajaban.
A LOS 43 DESAPARECIDOS AYOTZINAPA
Corazones desolados,
cuerpos rotos e identidades perdidas
y confundidas con la tierra.
Son los niños que guardaron el llanto
y adornaron la ciudad de México con su
valentía.
Cuarenta y tres almas sembradas en el suelo
árido
para acallar sus palabras
que tanto duelen a los que poseen las armas.
Tiembla en su poder el poderoso
cuando los estudiantes hablan.
No los pudieron ocultar ni a ellos ni a tantos
otros.
Pues es tan violenta la verdad
que traspasó las fronteras de la indiferencia.
El mundo protesta
y el gobierno la cara da vuelta,
antes los horrores cometidos en su nombre.
Aun estando muertos, quemados y enterrados,
se escuchan sus voces reclamando la justicia
para los que quedan.
Mi patria está triste.
Salió a la calle
a silenciar los gemidos de las familias sin sus
hijos,
sin sus hermanos asesinados.
Salió mi patria, a consolar a México
y a su dolor universitario.
Pues tenemos el mismo horrendo dolor en el
cuerpo.
Los hombres embriagados por el poder y el
dinero
no les importa derramar la sangre del inocente
que clama por sus derechos.
¡Llora México!
¡Grita tu dolor inmenso!
¡Levanta tu brazo libre al viento!
Se levantaran lienzos y voces en el cemento
y se pondrán de pie aquellos que creen en el
pueblo.
En aquellos que nos les tiembla la voz
cuando se trata de los derechos.
Acallaran mi cuerpo y mutilaran mis miembros.
Desapareceré en las sombras de la traición
y borraran mis versos y mis palabras
¡Pero jamás!
Jamás dejaran de oír la voz del trabajador
del universitario, jamás la voz del pueblo.