domingo, 7 de enero de 2018

TURISMO DEPREDADOR O INNOVADOR?



HACE CUARENTA AÑOS…. Y MÁS




Información sobre la reserva forestal
Por razones muy puntuales, muy pocas veces he dejado de visitar el Radal Siete tazas. Con la cantidad de años que acabo de cumplir, es probablemente, la actividad más satisfactoria en la temporada veraniega. He estado en sus rincones en todas las estaciones y me sigue emocionando de la misma manera que antes, salvo pequeñas excepciones.
Uno de los puentes construidos sobre el lecho del río
Llamó mi atención una nota que indicaba la concesión del sector Radal y/o Parque Ingles para el fomento del turismo local. Un acierto económico, pero con ciertas limitaciones y consecuencias de toda índole; Barrer con la flora autóctona o nativa que conlleva la inapelable perdida de fauna nativa mayor y menor. La cantidad de basura y desperdicios que habrá que biodegradar. Lo que implica contenedores adecuados a disposición del turista. La instalación de estructuras adecuadas para pernoctar y sus innegables comodidades. El flujo de la masa vehicular se incentivará en zonas urbanas y será factible requerimientos en términos de combustible y asistencia técnica. Gastronomía, asistencia de urgencias médicas, etc. Son solo algunas de las problemáticas que tendrán que abordar con seriedad y responsabilidad.


Lugares turísticos exclusivos
El fomento del turismo en el sector denominado, Radal Siete Tazas / Parque Ingles, sin duda reúne una serie de paisajes, lugares de caminatas, miradores, flora y fauna, un rio atractivo. Lo que constituye un incentivo al ávido turista. Las estadísticas en cuanto a la masividad que visita los parques, dejan experiencias enriquecedoras y también desastrosas. Por lo que es necesario un control permanente de las actividades que se desarrollan. El cuidado de las instalaciones, la cantidad de visitantes, el aparcamiento vehícular, el ocupar los lugares destinados previamente y no permitir o hacer espacios de emergencias, es tema para las personas cuando solo vemos el lado económico del asunto.
Es impensable que esta iniciativa por parte de las autoridades locales, permita concesionar estos lugares para la mera instalación de coloridas carpas de camping y kioscos de ventas de todo tipo. Hace 40 años atrás era factible, hoy día no.



Orden, limpieza y responsabilidad
En los años sesenta y mediados del ochenta, deberían registrarse las mejores temporadas. Las razones son muy simples. No existía la caza descontrolada. La pesca era incipiente con un tarro, un coligüe más un sedal. Hoy, ninguna de las dos actividades existe. La leña se recolectaba de los árboles secos y caídos. Las carpas se instalaban sin raspar el suelo. Los detergentes eran escasos. El plástico se veía muy poco. La locomoción en horarios claves se compartía con los camiones transportadores de carbón y estacas. La convivencia, fabulosa. La seguridad innegable. La naturaleza en toda su extensión. En cada lugar, sin muchas propuestas, había un sector para los visitantes que se esmeraban por cuidar su espacio. Me refiero a limpieza, orden y espacialidad. Es verdad, existían las incomodidades propias de un lugar poco visitado y solo en la época estival. El lugar por sí solo, se recuperaba, los elementos dispersos con la lluvia, el viento y el sol, se biodegradaban. La acción natural se permitía por la baja afluencia de los “turistas” y los lugareños. Hoy, son imposible tales situaciones o acciones naturales.


Preservación del entorno y sus recursos
La concesión del esta Reserva Forestal, debe estipular claramente las acciones individuales y colectivas de los visitantes. Esto implica una educación, una postura cultural con respecto a uso de los espacios comunes. Una acción permanente de información escrita y oral respecto de fogatas, basuras, espacios de miradores, lugares potencialmente peligrosos. Derechos y deberes. Porque debo entender que esta iniciativa, no solo es una acción netamente comercial. Debe y tiene que contemplar la preservación de todos sus recursos naturales y artificiales para las futuras generaciones. Hace cuarenta años y más…carecíamos de tales exigencias. Son necesarias. Pero aún hoy día, con todas las disposiciones que tendrán que implementarse para este sector pre cordillerano, puedo disfrutar con una sonrisa de añoranza, cada lugar que pude visitar hace cuarenta años ….. y más. 


Mapa geográfico informativo









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